Fritz Jahr (1895-1953), Padre de la Bioética [1]
Fritz Jahr ha sido llamado con razón el “Padre de la Bioética”. Fue él quien acuñó el término BIOÉTICA en un editorial publicado en 1927 en la destacada revista alemana de ciencias naturales “Kosmos” y quien desarrolló luego en publicaciones de menor circulación su visión de un Imperativo Bioético universal. Resulta llamativo que una revista prestigiosa y reconocida, sólo comparable con la reputación de las actuales “Nature” y “Science”, aceptara un artículo de un ignoto pastor protestante, que nunca había publicado antes, por el solo mérito de haber introducido un concepto innovador que reemplazaba al formal Imperativo Categórico de Kant.
Durante casi toda su vida, Jahr tuvo problemas de salud. Es una de las razones por las que su obra está integrada apenas por poco más de una docena de artículos breves los cuales no tuvieron en su momento demasiada trascendencia. Pero durante la primera década del siglo XXI, el interés internacional por sus escritos sobre ética y bioética se incrementó significativamente. En su artículo pionero titulado “Bio-ética: un análisis de las relaciones éticas de los seres humanos con los animales y las plantas” este pastor protestante, filósofo y profesor en Halle an der Saale extiende el imperativo moral kantiano a todas las formas de vida; modifica así la estructura categórica inflexible de Kant convirtiéndola en un modelo pragmático y situacional de equilibrio entre las obligaciones morales, los derechos y las visiones: “Respeta por principio a cada ser viviente como un fin en sí mismo y trátalo, de ser posible, como a un igual”.
En Alemania y en Europa, los años 20 fueron tiempos difíciles desde el punto de vista político, económico y cultural. Comenzaba la Gran Depresión y los nazis estaban en el proceso de tomar las riendas de la política, la sociedad y la opinión pública. En esos tiempos tumultuosos, Jahr señalaba que la bioética, no como término, sino en tanto concepto y misión, ha existido en la humanidad prácticamente desde la prehistoria y no ha sido el patrimonio de una sola cultura o de un solo continente: respeto por el bios de todo el mundo, no sólo de los seres humanos, también de las plantas y los animales, del medioambiente, natural y social, en fin, del planeta: la reverencia taoísta ante la naturaleza, la compasión budista ante toda forma de sufrimiento, la apelación de Francisco de Asís a ser solidarios y fraternos con las plantas y los animales, y la filosofía de Albert Schweitzer sobre el respeto hacia todas las formas de vida en apoyo de sus misiones médicas en África, son los principales ejemplos de un profundo compromiso humano. Al analizar el nuevo conocimiento fisiológico de su época y los desafíos morales asociados al desarrollo de sociedades laicas y pluralistas, Jahr redefine las obligaciones morales hacia las formas de vida humana y no humana y destaca el concepto de la bioética como una disciplina académica, como un principio cultural y moral fundacional, y como una virtud. Jahr argumenta que la nueva ciencia y la nueva tecnología requieren una nueva reflexión filosófica y una férrea determinación; Apela por lo tanto al desarrollo de nuevas terminologías y campos bien definidos en las humanidades, y promueve a la vez de una normativa y visión práctica de la bioética y de sus disciplinas subalternas.
El Pastor Fritz Jahr llevó una vida y una carrera apacibles. Vivió toda su vida en el mismo departamento de Albert-Schmidt-Strasse 8, en Halle an der Saale, en un barrio obrero, donde creció, cuidó durante muchos años de su anciano padre maníaco-depresivo, se casó, debiendo más tarde cuidar a su esposa postrada en una silla de ruedas durante los últimos años de su vida, para finalmente jubilarse tempranamente a la edad de 37 años y vivir en la pobreza hasta su muerte a los 58 años. Estuvo sin empleo por razones de salud entre 1928 y 1929, lo cual le causó una enorme depresión. Desde 1927, por temor al vértigo, adquirió la costumbre de medicarse con bromuro antes de subir al púlpito. Después de su retiro, solicitó a la iglesia otro empleo en el ámbito periodístico o en investigación sobre bioética, pero no obtuvo ni apoyo ni aliento; una carta enviada al presidente de la Universidad Halle en 1946, en la que solicitaba un subsidio mencionando que tenía que cuidar a su esposa y que ambos vivían de una pobre renta de 84 marcos, nunca recibió respuesta. En el otoño de 1946, firmó junto con otros doce pastores protestantes una declaración pública llamando a votar por el partido político SED, recientemente formado por los antiguos partidos Socialista y Comunista, para la primera elección en la ex Alemania del Este: “En nuestro rol de ministros protestantes lo convocamos a “tomar decisiones políticas basadas en su propia fe ¡Ayúdenos a fomentar la justicia social y un verdadero compromiso para la paz en nuestro país!”. Después de casi doce años de terror nazi, todas las esperanzas tanto para la Alemania del Este como para la Occidental estaban puestas en las alternativas democráticas. Pero esas esperanzas nunca se cumplieron para aquellos que tuvieron la desdicha de vivir bajo las políticas estalinistas del partido SED; esto significó una profunda desilusión y una gran mortificación para el Pastor Fritz Jahr y los otros clérigos que habían padecido el nazismo.
Ensayos sobre Bioética y Ética
El famoso artículo de Jahr ‘Bio-Ethik. Eine Umschau über die ethischen Beziehungen des Menschen zu Tier und Pflanze’ se publicó como editorial en la prestigiosa revista científica alemana, Kosmos, ‘Handweise für Naturfreunde und Zentralblatt für das naturwissen-schaftliche Bildungs- und Sammelwesen’, Stuttgart 1927, 24: 2-4. En él, Jahr expone los últimos resultados de los estudios sobre las plantas y los animales y presenta la “Bio-Ética” como una nueva disciplina académica. Dice de esta última que es una nueva actitud moral en correspondencia con el término Bio-Psiquis que el filósofo y psicólogo Rudolf Eisler había descripto como la nueva ciencia del alma presente en todas las formas de vida. El origen del término y el concepto de Bioética están fuertemente relacionados con el progreso que conocieron en el siglo XIX las ciencias de la vida, especialmente la fisiología y la psicología experimentales. En 1878, Wilhelm Wundt fundó el primer Instituto de psicología experimental en Leipzig. En su tercer volumen, “Grundzüge der physiologischen Psychologie” (Principios de psicología fisiológica), cuya sexta edición se publicó en 1908-1911, Wundt sostiene que los seres humanos, los animales y las plantas experimentan las mismas reacciones neurológicas y fisiológicas y realizan las mismas actividades para lograr sus objetivos (supervivencia). El libro de Wundt “Vorlesungen ueber die Menschen- und Tierseele” 1863 [6ta ed. 1919], y los dos de Fechner, “Nana oder das Seelenleben der Pflanzen” 1848, y “Elemente der Psychophysik” (dos volúmenes) de 1860, se convirtieron en best-sellers. En ellos, se profundizaba el estudio de los métodos y argumentos hasta superar el mecanicismo del dualismo cartesiano cuerpo-alma. Asimismo, se investigaba acerca de la voluntad orientada a la lucha por la vida –y la supervivencia– y las interacciones entre los seres vivos y su entorno. Pero sólo recientemente, las neurociencias, y por ende la bioética, volvieron a ser un nuevo y fascinante campo de investigación.
Para una mayor claridad metodológica, Rudolf Eisler in ‘Das Wirken der Seele. Ideen zu einer organischen Psychologie’ [1909: 32] sugirió un nuevo término aplicando métodos novedosos de investigación para ‘los hechos psicológicos como factores biológicos’: ‘Si queremos mantener la unidad de la causalidad natural también en el campo de lo orgánico, debemos agregar (no reemplazar) la Biopsiquis a la Biofísica y a la Bioquímica y reconocer que los movimientos psíquicos de tipo inferior o superior, las voluntades simples y complejas, las tendencias a proteger la unidad orgánica y los impulsos y las intenciones [Wollungen] son medios para el objetivo mayor que es el de regular o modificar directa o indirectamente los actos de la vida. Lejos de describir la voluntad como un producto de reflejos mecánicos, se explican los reflejos como residuos del proceso de voluntad original’. Eisler incluyó el término ‘Biopsiquis’ en el diccionario científico ‘Wörterbuch der philosophischen Begriffe’ (1910, 3. ed., Bol. 1, p. 192). Asimismo, sólo de manera reciente la ‘Bioética’ ha sido incorporada como referencia en un diccionario, a partir del artículo de E. M. Engels en ‘Metzler Lexikon Religion’ (1999, p. 159-164).
El Imperativo Bioético de Jahr no es tan inflexible ni categórico como el de Kant, pero no por ello carece de formalidad. El Imperativo Bioético abunda en consideraciones acerca de la necesidad de encontrar un equilibrio entre los valores y los objetivos de vida de los seres vivientes en su lucha por sobrevivir y en sus necesidades de alimento, espacio y desarrollo. Por otro lado, Jahr critica quienes llama budistas fanáticos, que no matan ni siquiera a las víboras venenosas con el argumento de que ellas ‘también son nuestros hermanos y hermanas’. Por supuesto, dice, nosotros tomamos decisiones éticamente acertadas cuando matamos ratas y microbios en nuestros hospitales y casas; para algunos de nosotros la posibilidad de cortar flores en ciertas ocasiones es parte de nuestra cultura, pero que algunos irresponsables corten flores para después tirarlas resulta para el Imperativo Bioético incivilizado e inmoral. Esforzarse y pelear por la vida es una parte esencial del vivir. Por lo tanto, la obligación y la voluntad de vivir tienen que estar en equilibrio con el respeto por la vida y el esfuerzo de los otros.
En ‘Tierschutz und Ethik’ (La protección de los animales y la ética. 1928), Jahr subraya la importancia del sentimiento ético, la empatía, la compasión y la ayuda hacia los animales y las plantas como parte de las obligaciones morales y sociales que los humanos se deben los unos a los otros. La ética animal y la ética entre los seres humanos no están en conflicto; por el contrario, se complementan entre sí. Mientras que el imperativo moral de Kant contempla solo a los humanos y tiene un carácter formal, el imperativo de Jahr abarca a todos los seres vivos y sus interacciones, revistiendo un carácter pragmático y flexible.
En ‘Soziale und sexuelle Ethik in der Tagespresse’ (La ética social y sexual en la prensa. 1928), Jahr hace un llamado a los educadores y a los eticistas para que no se limiten a publicar en revistas académicas o a debatir en sus círculos privados. Les pide que usen los medios modernos, en particular los medios masivos, para formar pensamientos y actitudes morales y contribuir a la educación ética. Las discusiones académicas y políticas sobre el origen y el rumbo de la opinión pública son de larga data, pero en un tiempo en que las ideologías secular y nazi comenzaron a apoderarse de la opinión pública en la forma en que lo hicieron los fascistas, Jahr reconoce muy claramente este nuevo campo de batalla sobre la cultura, la ética y la civilización en la era por venir de la información. La ética y la bioética no son temas privados; pertenecen al dominio de lo público. El uso activo de los medios masivos modernos es, según Jahr, una obligación y una misión para quienes se ocupan de la ética y la bioética. ¿Quién en el siglo XXI podría no estar de acuerdo?
En ‘Zwei ethische Grundprobleme in ihrem Gegensatz und in ihrer Vereinigung im sozialen Leben’ (Dos problemas morales básicos, su contradicción y unificación en la vida social. 1929), Jahr apunta a un tema pocas veces tratado en ética: el conflicto entre egoísmo y altruismo. Consecuente con su Imperativo Bioético de reconocer y cuidar de todas las formas de vida, también reconoce que se debe aceptar la lucha por la supervivencia entre las diversas y complejas formas de organización. Se refiere a las plantas, animales, como así también a biotopos y entornos naturales y sociales, incluyendo las naciones, los negocios, las comunidades y las instituciones –formas de vida todas ellas que compiten entre sí. Para Jahr, tanto el altruismo como el egoísmo son características propias de la condición humana y apela a un uso razonable y pragmático de ambos en una manera compasiva de razonar, de sentir y de actuar. Al proponer considerar a las organizaciones sociales como seres vivos, con una visión y objetivos propios para su existencia y sus logros, busca nuevos métodos para analizar las interrelaciones personales, sociales, profesionales y culturales en los lugares de trabajo, no sólo en los hospitales, sino también en los clubes, organizaciones, vecindarios e iglesias.
En ‘Gesinnungsdiktatur oder Gedankenfreiheit? Gedanken über eine liberale Gestaltung des Gesinnungsunterrichts’ (¿Formación del carácter o libertad de pensamiento? Reflexiones sobre un modelo liberal de la educación del carácter. 1930) Jahr se implica con valentía en un debate creciente acerca de los modos y los modelos de formación del carácter y la educación. En un momento en que los sectores fascistas de la derecha y de la izquierda ya estaban promoviendo la aplicación para la República de Weimar de los viejos modelos de adoctrinamiento paternalista de las épocas imperiales, Jahr sostiene un modelo de asociación pedagógico interactivo de información y de discurso en el aula [Arbeitsunterricht]., de respeto por los valores individuales y con un discurso moral interactivo no directivo. La revista ‘Die neue Erziehung. Monatsschrift für entschiedene Schulreform und freiheitliche Schulpolitik’ se había dejado de publicar en 1934, cuando la política y la ideología nazis comenzaron a ser más dominantes. Los diez puntos en los que Jahr promovía la enseñanza interactiva basada en los valores liberales son válidos aún hoy. En la actualidad, dada la amplitud considerable que han tomado las dimensiones internacionales e interculturales en el campo de la ética y la bioética, y reconociendo las diferencias culturales e individuales de pensamiento, creencias y actitudes, el enfoque de un discurso y una enseñanza interactivos constituye una mayor garantía.
Los “Tres estudios sobre el quinto mandamiento”, no solo presentan el Imperativo Bioético bajo una perspectiva amplia que incluye la responsabilidad individual sobre la salud y las obligaciones de la salud pública, sino que lo sitúa dentro de los desafíos concretos y con una visión más amplia de la bioética global y universal. Metódicamente, Jahr utiliza una regla impartida hace 2.500 años a un solo grupo de tribus nómades en los desiertos de la península arábiga para delinear hermenéuticamente tres modernos y reales desafíos del Imperativo Bioético. Verlo enfrentarse a la tradición de la manera que él lo hace, puede alertar a los profesores y escritores contemporáneos de bioética sobre la riqueza escondida en los valores, virtudes y principios de nuestras tradiciones. Esas tradiciones podrían muy bien ser utilizadas en una época en que la literatura sobre bioética no tiene más de 5 o 10 años e imita a las publicaciones de las ciencias naturales y no siempre en beneficio del razonamiento y de la aplicación en bioética. Aunque los desafíos modernos de la bioética y la ética son nuevos y específicos, la visión hacia el futuro puede perfectamente ser presentada a través de la hermenéutica de los antiguos textos clásicos de varias tradiciones y culturas, como lo demostró Jahr.
NOTA: La traducción de los puntos de reflexión de Jahr sobre el Imperativo Bioético que se presentan a continuación, mantiene el estilo antiguo y la redacción de la escritura académica alemana de principios del siglo XX; algunos términos están entre corchetes.
Los diversos matices del Imperativo Bioético
Principales puntos de reflexión de Jahr sobe el Imperativo Bioético
Jahr analiza el impacto de la ciencia y la tecnología sobre la ética humana; esto puede constituir una guía para el estudio sistemático de la conducta humana en el campo de las ciencias de la vida y en el del compromiso moral y la conducta hacia todas las formas de vida. Jahr también analiza los nuevos conocimientos así como la conducta y el compromiso en relación a éstos a la luz de los valores y principios morales tradicionales. Desarrolla entonces una visión de la Bioética como una disciplina, un principio y una virtud en una reñida discusión con Kant, extendiendo y transformando el Imperativo Categórico formal en un Imperativo Bioético basado en un contenido más abarcador y más flexible.
(1) Una nueva disciplina académica: El Imperativo Bioético es el resultado necesario de una reflexión moral sobre las humanidades, basada en la fisiología y la psicología empíricas de los seres humanos, de las plantas y de los animales. Como tal, necesita desarrollar, educar y proteger las actitudes culturales y morales sean éstas personales o colectivas así como nuevas formas de respeto y de responsabilidades hacia todas las formas de vida. La ‘Santidad de la Vida’ es la base del Imperativo Bioético de 1927 de Jahr, mientras que Kant basó su Imperativo Categórico de 1788 en lo que él llamó la ‘Santidad de la Ley Moral’: ‘La ley moral es sagrada (inviolable). La persona no es sagrada, pero la humanidad que hay en su persona debe ser reconocida como tal. Todo en la creación, si uno quiere y tiene poder sobre ello, puede ser utilizado como un medio; solo el ser humano y con él todo ser inteligente es un fin en sí mismo. Es él el sujeto de la ley moral, que es sagrada, basada en la autonomía de su voluntad’ [Kant: A 156]. Es interesante observar la justeza con que Jahr cita a las nuevas publicaciones científicas para desarrollar una respuesta ética a la información científica más reciente.
(2) Una nueva virtud fundamental de la ética: El Imperativo Bioético se basa en evidencias históricas, y otras, que muestran que la ‘compasión es un fenómeno empírico establecido, propio del alma humana’. Sin embargo, existe un ‘amor erróneo’ y uno ‘verdadero’. La vieja dama que engorda a su caniche mientras deja sufrir a sus sirvientes muestra un amor y una compasión falsos, similares a los de aquellos que practican la corrupción, el favoritismo y el trato injusto hacia sus semejantes. No debe haber conflicto entre la compasión por todas las formas de vida y la compasión por los semejantes. Jahr sostiene que la protección del animal tiene un efecto positivo en la conducta ética hacia los seres humanos, la educación popular y la educación pública. Dice además que aún aquellos que no aceptan el razonamiento bioético, deberían aceptar la protección del animal como parte de la cultura de una conducta civilizada y moral entre humanos.
(3) El principio de una nueva Regla de Oro: El Imperativo Bioético refuerza y completa el reconocimiento moral y los deberes hacia los semejantes contenido en el imperativo Kantiano y sostiene que debería ser observado por respeto a la cultura humana y a las obligaciones morales entre los seres humanos. El Imperativo Bioético, basado en la compasión y el amor, no puede permitirse el lujo kantiano de ser solo formal. Sin embargo, el Imperativo Bioético es riguroso y categórico en su exigencia de hacer elecciones morales deliberadamente pragmáticas, situacionales y prudentes en cuanto al respeto de todas las formas de vida. La regla de oro es la de no promover ningún principio por sobre los otros, sino mas bien equilibrar los principios en función de las situaciones y los participantes involucrados.
(4) La ética y una nueva regla del cuidado de la salud personal: el Imperativo Bioético incluye obligaciones para con el propio cuerpo y alma en tanto seres vivos. Para Jahr, que se interesaba principalmente en los aspectos más amplios del reconocimiento y la enseñanza de virtudes y principios bioéticos, los deberes morales hacia el propio cuerpo y alma constituyen un puente hacia la medicina bioética y hacia la ética de la salud pública en un sentido contemporáneo. Son asimismo un puente hacia los objetivos interactivos e interrelacionados y hacia los enfoques sobre la salud y la higiene personal y pública, y la moral personal y pública.
(5) La ética y una nueva regla sobre el cuidado de la salud pública: el Pastor Jahr expresa un punto de vista crítico y casi conservador sobre los temas de salud pública asociados a los cambios morales y culturales durante las décadas de 1920 y de 1930 del siglo XX. Oponiéndose fuertemente al espíritu de la época [zeitgeist ], Jahr dice que cumplir con las obligaciones para con uno mismo es también un deber para con los demás y con la salud pública. Subraya la interacción estrecha entre el cuidado de la salud personal y el cuidado de la salud pública.
(6) La ética y una nueva regla de administración global: Jahr amplía el Quinto Mandamiento ‘no matarás’ transfromándolo en una regla universal y ética de cuidado positivo y anticipado de la salud y de la vida en el planeta como formando parte de un cosmos viviente: ‘Todo esto muestra la importancia universal del Quinto Mandamiento, que debe ser utilizado para toda forma de vida. La reescritura del Quinto Mandamiento resulta para el Imperativo Bioético en: ¡Respeta a cada ser viviente, en principio como un fin en sí mismo y trátalo, de ser posible, como tal!’.
(7) Ética corporativa: una nueva regla para la Empresa
El Imperativo Bioético debe reconocer, proteger y cultivar la lucha por la vida que se da entre las diferentes formas de vida y los entornos de vida naturales y culturales. Por consiguiente, el entorno social necesita la misma atención que los biotopos naturales. Para esto Jahr utiliza el término popular en ese momento de biozoemose [Wörterbuch der philosophischen Begriffe, ed. Eisler, 4. ed., 1927, vol. 1, 226], que R. H. France aplicó a los entornos vivos. Por lo tanto, su modelo bioético de formas de vida interactivas en un entorno vivo – ya sea este natural, social, económico o político – debería incluir a las instituciones sociales, como las de la atención de la salud. Jahr no elaboró en detalle estos tipos de formas de vida que están constituidos por individuos y por grupos, pero que tienen sus propios intereses en la vida, el éxito, el reconocimiento y la supervivencia. Esas formas de vida desarrollarán su propia ética y sus propias actitudes de identidad personal, corporativa o institucional y serán un buen o un mal vecino corporativo dentro de sus respectivos vecindarios. En consecuencia, el Imperativo Bioético universal puede también aplicarse a campos especializados de la ética de la atención en salud, como es el caso de los funcionamientos internos de las guardias hospitalarias y de otras instituciones de servicio y producción. Las instituciones de las distintas especialidades del cuidado de la salud interactúan, sirven, compiten y luchan con otras vidas institucionales y tienen cada una sus propias reglas internas y los individuos reales que con sus diversas capacidades pertenecen a esas instituciones. Para Jahr, tanto la ética de la bioética y del entorno, la de las corporaciones e instituciones, la social y la sexual, tienen que seguir los mismos principios y virtudes de responsabilidad y respeto hacia las formas de vida naturales y aquellas creadas por los hombres.
(8) Ética terminológica: una nueva regla para el uso terminológico en Bioética: Hay otro aspecto que podemos tomar de la reflexión de Jahr: la necesidad de contar con una terminología clara y precisa. Jahr acuñó el término Bioética, por un lado, para permitir un razonamiento claro e inconfundible y para resolver nuestras relaciones con las formas vivas de la realidad, diferentes de las formas no vivas; por otro lado, para ayudar a la ciencia y la tecnología modernas y sus aplicaciones a seguir un camino de responsabilidad moral. No es ni lógico ni profesionalmente correcto usar un término tan amplio como Bioética para temas más precisos y puntuales como la Ética Médica. Sin embargo, debemos definir más precisamente lo que decimos cuando hablamos de ética clínica, de ética en la investigación médica, de ética en el cuidado de los enfermos mentales, de ética en la ley, en la política, - solo por nombrar algunos de los campos especializados de los que Espinoza dijo en su Etica ‘omne esse verum quod valde clare et distincte percipio’ (solo son verdaderos los temas que percibimos clara y distintamente). Idea a la que Wittgenstein agregó ‘allí donde uno no puede hablar, debe permanecer en silencio’. Una terminología confusa conduce a investigaciones, objetivos y acciones confusas, no solo en la ciencia sino también en las humanidades, incluyendo la ética. Si algo pueden la ética y las actitudes de todos los días aprender de la ciencia, debe ser el hecho de que la precisión en la definición es una prioridad y una condición para una conceptualización clara y un trabajo provechoso, tanto para la comunicación y la cooperación como para el desarrollo futuro.
(9) Ética de la diferenciación: una nueva regla: cuando acuñó el término Bioética, Jahr estaba siguiendo la diferenciación en la terminología de la mayoría de las ciencias modernas, la psicología y la fisiología en particular, que habían desarrollado el término bio-psiquis –actualmente en desuso– para analizar las formas vivas de la naturaleza diferenciadas de otras formas no vivas de la naturaleza. Hay distintos términos disponibles para distintos temas, campos y problemas: bioética, ética médica,ética de las políticas de salud, ética hospitalaria, ética biomédica, ética de la investigación médica, ética del médico, ética de enfermería, ética de la atención en salud, ética de la salud pública, ética de la prevención, ética de la genética, ética de la consulta, ética del medioambiente, ética animal, ética global – solo por nombrar unos pocos.
(10) Ética integrativa: una nueva regla de interacción: para Jahr, la actituad ética hacia los animaesl y aquella que debemos a l social son campos diferentes, pero que interactúan y se integran, reuniendo distintas formas y matices del Imperativo Bioético y describiendo la multiplicidad de obligaciones éticas en el siglo XXI. Algunas de estas obligaciones son recíprocas entre los seres humanos, otras más o menos paternalistasde cuidado compasivo y profesional del débil, del frágil y del incompetente; otras tienen que ver con la protección de las plantas y los animales como co-criaturas, otras con el alivio o con la creación de entornos naturales y sociales para el hábitat humano, incluso la +Tierra (geos) como una vivienda en sí-misma. Esas obligaciones morales y esas oportunidades se superpondrán y deberán superponerse e interactuar en diferentes modelos éticos, filosóficos y culturales de ética personal, profesional o institucional – la ética médica, por ejemplo, debe incluir la prevención, el tratamiento, la atención y la investigación. Es allí donde la bioética debe proveer el respeto y las obligaciones hacia todas las formas de vida y la ética ambiental debe aceptar la responsabilidad sobre el medioambiente natural y el manipulado por el hombre, y velar por su supervivencia sustentable y su salud. Ya se ha desarrollado un nuevo campo, la geo-ética, que estudia las razones de los cambios globales naturales o producidos por el hombre, y las responsabilidades frente a esos cambios, para la protección y la promoción de la viday de la culturaen relación con el medioambiente y las instituciones. Jahr ya tenía una interpretación personal de los modelos individuales, cooperativos, conflictivos y colectivos de la ‘voluntad de vivir’, incluyendo la resistencia al cambio o el ansia de cambiar y sugirió nuevos métodos para el estudio, el diseño y la protección del medioambiente y las organizaciones. Solo se necesita la aplicación universal prudente y razonable del Imperativo Bioético, para una acertada aplicación del ethos en las dimensiones ambiental, ecológica y de la responsabilidad persnal y corporativa de las instituciones.
REFERENCIAS
Publicaciones de Fritz Jahr
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Der Tod und die Tiere. Eine Betrachtung zum 5. Gebot, Mut und Kraft, Halle 1928, 5(1): 5-6
Tierschutz und Ethik in ihren Beziehungen zueinander. Ethik. Sexual- und Gesellschaftsethik. Organ des ‚Ethikbundes’ 1928, 4(6/7): 100-102
Soziale und sexuelle Ethik in der Tageszeitung. Ethik. Sexual- und Gesellschaftsethik. Organ des ‚Ethikbundes’ 1928, 4(10/11): 149-150
Wege zum sexuellen Ethos. Ethik. Sexual- und Gesellschaftsethik. Organ des Ethikbundes’ 1928, 4(10/11): 161-163
Zwei ethische Grundprobleme in ihrem Gegensatz und in ihrer Vereinigung im sozialen Leben. Ethik. Sexual- und Gesellschaftsethik 1929, 6: 341-346
Gesinnungsdiktatur oder Gedankenfreiheit? Gedanken über eine liberale Gestaltung des Gesinnungsunterrichts. Die neue Erziehung. Monatsschrift für entschiedene Schulreform und freiheitliche Schulpolitik, 1930, 12: 200-202
Gedanken über die liberale Gestaltung des Gesinnungsunterrichts, Die neue Erziehung. Sozialist, Pädagogische 2-Wochenschrift, Berlin 1933, 15: 200-202
Vom Leben nach dem Tode. Aus J. A. Comenius ‚Didactica Magna‘ zusammengestellt. Ethik. Sexual- und Gesellschaftsethik. 1933, 10: 50-51
Unsere Zweifel an Gott. Subjektive Gedanken beim Thema eines Anderen (Nr. 1, Jg. X der ‚Ethik‘). Ethik. Sexual- und Gesellschaftsethik. 1933, 10: 115-116
Drei Studien zum 5. Gebot. [Tres estudios sobre el quinto mandamiento] Ethik. Sexual- und Gesellschaftsethik. 1934, 11: 183-187. Hay version en español “Tres estudios sobre el quinto mandamiento”, traducción de Natacha Lima y Juan Jorge Michel Fariña, 2009 (inédito).
Jenseitsglaube und Ethik im Christentum. Ethik. Sexual- und Gesellschaftsethik 1934, 11: 217-218
Ethische Betrachtungen zu innerkirchlichen Glaubenskämpfen. Ethik. Ethik. Sexual- und Gesellschaftsethik. Organ des Ethikbundes 1935, 12: 58-61
Glauben und Werke in ihrem Gegensatz und in ihrer Vereinigung. Ethik. Ethik. Sexual- und Gesellschaftsethik. Organ des Ethikbundes, 1935, 12: 260-265
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