"Serendipity"

En abril de 2016 coincidimos en París, en casa de Monique David-Ménard, con Françoise Roustang, cuya muerte debimos lamentar pocos meses más tarde, Michel Tort y François Ansermet. Las tecnologías de reproducción asistida se transformaron en uno de los tópicos obligados de discusión. Michel Tort había publicado, en 1994, “El deseo frío”, la gran obra pionera de la discusión político-analítica sobre la cuestión, y Ansermet venía de publicar "La fabrication des enfants. Un vertige technologique” (Odile Jacob, 2015), y estaba preparando sus textos para la portentosa “Serendipity”, sobre la obra de Prune Nourry. ¿Qué había cambiado en esos veinte años de vertiginoso desarrollo científico tecnológico ? ¿En qué medida el arte puede arrojar luz sobre un fenómeno que introduce la dimensión de lo real en la vida de las personas ? Este artículo introduce la cuestión a partir de una reseña de cinco performances de Nourry comentadas analíticamente por Ansermet.

1. Bebés domésticos
(2006-2008)

Los Bebés Domésticos son esculturas en silicona, una suerte de híbridos genéticos, a medio camino entre niño y perro. Cuestionan la frontera, cambiante a través de las épocas, entre el ser humano y el animal, como así también la antropomorfización del animal doméstico en nuestras sociedades contemporáneas. Ya desde el inicio Ansermet nos interpela, recordando lo que Lacan señala con su neologismo “animal d´hommestique”, homofónico en francés de “animal doméstico”, pero modificado por la partícula homme (hombre). [1]

A partir de performances nombradas “Adoption Day”, Prune Nourry y su equipo de “niñeras” recorrieron las calles de Londres y Bruselas en busca de familias adoptivas ideales para sus criaturas.

2. Procreative Dinner

Los banquetes procreativos son performances que ponen en relación arte, gastronomía y ciencia. En este emprendimiento, Prune Nourry se asoció a un chef y a un científico para concebir platos de comida que siguen las diferentes etapas de la procreación asistida, haciendo de la fecundación in vitro un cóctel y de la elección de sexo un plato principal, invitando así a los participantes a reflexionar sobre el concepto de “hijo a la carta”. Estos banquetes tuvieron lugar en Paris y Ginebra, en presencia de Jacques Testart, biólogo, Francois Ansermet, psicoanalista, y Arianne Giacobino, genetista.

https://vimeo.com/11922412

3. Sperm Bar / Bar Ovule
(Bar de esperma / Bar de óvulos)
2009 / 2011

El Sperm Bar prolonga la reflexión en torno al “hijo a la carta” apoyándose en la industria de la donación de esperma en Estados Unidos. En Nueva York, sobre la célebre 5a Avenida, frente al Central Park, se estacionó un food truck. Unos días antes, un centenar de donantes anónimos (simbólicos, por cierto) se habían candidateado a través de Internet, completando formularios análogos a los de los bancos de semen (nivel educativo, aptitudes físicas, religión, hobbies, etc.). Cada característica fue asociada por Prune Nourry y un chef barman a un sabor y un ingrediente. Con la ayuda de enfermeras del Spermbar, el público se detenía ante la camioneta de comida y elegía su donante “ideal” a través de un coctel único, fruto de su selección.

4. Hijas sagradas
2010 – 2013

El proyecto se inició en 2010, como el primero de una serie a lo largo de varios años en Asia, para reflexionar sobre el desequilibrio de los sexos y la utilización de las nuevas tecnologías reproductivas con fines selectivos. A partir de una performance en las calles de Nueva Delhi, Prune Nourry interpela a los transeúntes, despertando su curiosidad al dejar abandonadas sus esculturas híbridas, mitad vaca sagrada y mitad niña, frente a los puestos de leche "Mother’s Dairy". Luego registra las reacciones de los habitantes de Delhi, invitándolos a cuestionar valores profundamente arraigados en la sociedad india. El vínculo entre la "Gau Mata" (vaca sagrada) y la condición de la mujer se da de manera natural ante una audiencia mayoritariamente masculina, proveniente de las clases más diversas.

5. Terracotta Daughters

El proyecto Guerreras de Terracota es la continuación de "Holy Daugthers" (Hijas sagradas) y fue expuesto inicialmente en la Galería Magda Danysz de Shangai. Se trata de una instalación de 108 esculturas femeninas a tamaño real, en una performance destinada a reflexionar sobre la preferencia de género existente en China. [2] Para ello, Nourry se adentra en la cultura local a través del símbolo de los Soldados de Terracota, pero tomando como modelos a ocho niñas de un orfanato de China. Una vez que las 8 esculturas originales fueron completadas, los artesanos locales utilizaron los moldes y fueron intercambiándolos hasta crear un ejército de 108 esculturas de tamaño real. El trabajo fue realizado con la misma técnica con la que se crearon los guerreros de terracota originales. También los rostros fueron personalizados y firmados por los artesanos individualmente, siguiendo la antigua técnica.

Estas “hijas de terracota” se erigen así en guerreras por derecho propio, luchando cotidianamente por su lugar en un mundo en el que no son deseadas. Luego de una gira mundial (Shangai, Paris, Zurich, Nueva York y México), el ejército de mujeres de terracota fue enterrado en octubre 2015 en un lugar secreto durante una performance titulada “Earth Ceremony”. Los participantes devinieron así en testigos del nacimiento de este “sitio arqueológico contemporáneo”. La excavación de las hijas de terracota tendrá lugar en 2030, año identificado por los demógrafos chinos como el punto culminante del desequilibrio entre hombres y mujeres en China.

En síntesis, como lo establece el propio Ansermet, “de un lado, tenemos la procreación que ofrecen las biotecnologías; del otro, la obra de una artista. Dos campos diferentes que se entrecruzan a partir de las cuestiones planteadas por los nuevos modos posibles de fabricación de niños en el mundo actual. Prune Nourry anuda esos dos universos: el arte y la ciencia”. [3] Y efectivamente, su obra reúne el acontecimiento creador, en el estilo del artista, con la procreación humana, que es, también, un gesto de creación.

Así nos lo indican algunas claves de estas performances, como por ejemplo toda la serie que apela a recursos de la gastronomía. No olvidemos que el Banquete, de Platón, es celebrado en homenaje a Eros, diosa del amor y de la fecundidad. Ansermet, Testart y Giacobino se sientan en torno a la mesa para disertar sobre la procreación asistida. Con justicia, el Banquete de Platón, es nombrado también como Simposio, que es justamente el nombre moderno con el que la Academia designa los encuentros destinados a reflexiones de cierta trascendencia.

El tema, como se puede ver es rico en resonancias. Que los platos servidos en la mesa de este banquete sean las propias esculturas antropomórficas de Nourry, otorga a la escena un carácter inquietante. Los bebés elegidos “a la carta” o servidos “en bandeja”, nos alertan sobre el núcleo real que siempre amenaza ser afectado por la vorágine procreativa.

La performance de una artista es una manera de tramitar ese real, como también lo es la travesía de un análisis. Por vías diferentes, la creación estética y la dirección de una cura ofrecen esa posibilidad.

Bien pensada, aquella cena en casa de Monique David-Ménard, no fue un encuentro ingenuo: Roustang, Tort y Ansermet, junto a la propia anfitriona, conformaban un improvisado Simposio. El libro sobre la obra de Nourry se estaba gestando en aquellos días y hoy podemos comenzar a reseñarlo. Lo hacemos siguiendo el espíritu platónico, proponiendo encontrar en las performances de Nourry algo de lo cómico y del absurdo que distinguió al filósofo ateniense. Platón era también, a su manera, un bufón que tilda a sus propios escritos de divertidas bromas, “al tiempo que juega a las escondidas con la casi silenciosa ausencia de su presencia”. [4]

Si como dice Ansermet toda procreación es una creación, y recíprocamente toda creación supone un engendramiento creador, abismarnos al arte es entonces un gesto analítico: nos abre al misterio que encierran las nuevas preguntas.

Selección, traducción y comentario de Juan Jorge Michel Fariña