Tiempo y neurosis como protagonistas.
La posibilidad de viajar al pasado como una puesta en escena real del tiempo. Se repiten y modifican los encuentros con un otro. ¿Beneficio? Las problemáticas inherentes a la vida abren a ciertos cuestionamientos.
Ante la demanda, en tanto saber qué quiere el Otro, las repeticiones al pasado otorgan diversos escenarios posibles. De modo inexorable aparece una imposibilidad: modificar la singularidad del deseo del Otro.
En cada nueva decisión para modificar el presente, algo se pierde. La falta resulta inevitable, la muerte también.
Carolina Dyszel