Entre el 7 y el 10 de marzo de 2022 se realizó en la ciudad de Porto (Portugal) la Decimocuarta Conferencia Mundial de Bioética, Ética Médica y Derecho en Salud. La conferencia fue organizada por la International Chair in Bioethics ICB, que reúne 250 unidades de los cinco continentes. La conferencia se propuso un objetivo central: promover los valores sociales de respeto por la dignidad humana, la igualdad y la no discriminación, la solidaridad humana y la necesidad de vida en comunidad, a partir de un ejercicio pleno de la libertad ética personal.
Estos valores son hoy centrales en la construcción de sociedades modernas y aspiran a contribuir a un pleno desarrollo humano. No queda duda que sólo a través de la difusión global de estos valores será posible expandir la democracia y el Estado de Derecho. Y así construir un humanitarismo común que sea el cimiento aglutinador de distintos pueblos en un clima de paz duradera y de armonía multicultural. Es importante notar que esta globalización de los valores no pretende uniformar el espíritu humano, pero sí promover un mínimo común denominador que permita el diálogo, el respeto mutuo y la tolerancia.
Pero la racionalidad subyacente en la promoción de estos valores no debe impedir que cada quien pueda expresar sus emociones, que son parte constitutiva e indisociable de la condición humana. Y ha sido justamente este un segundo objetivo de la Conferencia Mundial: reafirmar la naturaleza emocional de las relaciones intersubjetivas y de la afectividad que siempre debe orientar el accionar humano. De allí el valor de la exposición Art & Heart in Bioethics, de Isabel Saraiva, que se expuso en distintas salas del Hotel Porto Palacio, sede de la Conferencia, y que tengo el gusto de presentar.
Porque el arte, en sus diferentes expresiones, es el mejor instrumento para vehiculizar los sentimientos de cada quien y la forma ideal de promover la igualdad inherente a la condición humana, y a la vez la mejor opción para un diálogo transcultural.
La exposición Art and Heart in Bioethics tiene ese objetivo. A través de la excepcional obra de la artista plástica Isabel Saraiva, busca estimular la conciencia crítica sobre la dimensión trascendental de la vida y de la existencia humana. Pretende así fortalecer las relaciones interpersonales que muchas veces tienden a desvanecerse en la ciencia, en la investigación e incluso en los cuidados de la salud. El arte invita a una reflexión introspectiva sobre el sentido de la vida, promoviendo una acción correcta y una decisión justa.
Es por lo tanto un enorme privilegio tener la posibilidad de efectuar este puente entre arte, emociones y bios, que tan bien simboliza la exposición Art and Heart in Bioethics. Esperamos se pueda apreciar en la obra de Isabel Saraiva cómo se despliega el corazón y el alma emocional de la condición humana.