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Volumen 18
Número 1

Abril 2022 - Agosto 2022
Publicado: Abril 2022
Leviatán


Resumen

Cris Miró (1965-1999) está considerada hoy un símbolo de la lucha por los derechos de las personas travesti y transgénero. Su performance en el teatro under en la década del 80 y su ascenso a la popularidad en los 90 la transformaron en una pionera de los actuales derechos en materia de diversidad sexual. Este artículo, preparado por quienes colaboraron con ella en aquellos años, presenta el work in progress de una trilogía integrada por La puesta de un espectáculo teatral, La edición de un libro, La realización de una muestra fotográfica. A partir de la dirección general de Jorgelina Belardo, quien acompañó a Cris Miró en sus primeros pasos por el teatro, el proyecto se apoya en un modelo ético y estético de elogio de la diversidad.

Palabras clave: Teatro | fotografía | transexualidad | travestismo

Abstract English version

[pp. 53-59]

Cris Miró: Trilogía de la diversidad sexual

Esteban Costa
Jorgelina Belardo

Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ)
Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI)
Recibido 15/10/21 Aprobado 10/12/21

Un poco de historia

En 1983 se produce el retorno a vida democrática en la Argentina. Quedaba atrás la dictadura militar que instaló el terrorismo de Estado desde el 24 de marzo de 1976. El deterioro del sistema represivo, el fracaso de su modelo económico, sumado a la resistencia popular y la aventura criminal e irresponsable de la invasión a las Islas Malvinas, son algunos de los hechos que explican el derrumbe de la dictadura que durante sus siete años de gobierno se cobró decenas de miles de víctimas.

Las elecciones nacionales para noviembre de ese año, reinstalan la vigencia del estado de derecho, en el contexto del cual el entonces presidente Raúl Alfonsín lleva a juicio a las juntas militares que gobernaron el país entre 1976-1983. Este acontecimiento marcó un cambio radical en la convivencia pública a partir del retorno al ejercicio de las libertades individuales y sociales, lo que fue posibilitando gradualmente la recomposición del tejido social.

El optimismo de aquellos tiempos abrió las expectativas de los grupos LGBTIQ para pensar una convivencia pública en la cual la discriminación fuera cediendo, aportando así a una mayor calidad de vida. Sin embargo, el advenimiento del sistema democrático dejaría al descubierto las enormes carencias que aún estaban planteadas para las minorías sexuales en la Argentina. Una evidencia de ello, fue la vigencia de los edictos policiales, conocidos como segundo H y segundo F. Al inicio se los pensó como una herencia de la dictadura militar pero en realidad tenían un origen muy anterior y anidaban así en las entrañas de una sociedad fuertemente prejuiciosa y permisiva a la censura de las conductas e identidades sexuales no mayoritarias.

Fue el 15 de junio de 1932, cuando se implementó un Edicto en la Ciudad de Buenos Aires que establecía la prisión y tipificaba como ilícito: “el encontrarse con un sujeto pervertido en compañía de un menor” (Bazán, 2006: 184). En ese período, fueron introducidas algunas disposiciones en los Edictos policiales que criminalizaban el travestismo mediante figuras como “exhibirse en la vía pública vestidos o disfrazados con ropa del sexo contrario” (2° F) y la de “incitarse u ofrecerse al acto carnal en la vía pública” (2°H).

Regulaban conductas no previstas en el Código Penal, y operaban a partir de una presunta alteración del orden público o atentados a la moralidad, y constituían una forma de procedimiento disciplinario, moralizante y represivo ejecutado por la agencia policial sin intervención judicial, sobre las llamadas “clases peligrosas” y para las clases populares en general (Tiscornia 2004:14): permitían imponer multas o arrestos de hasta treinta días.

La presencia de Cris Miró

En este contexto de los 80 surgen dos personas que van a liderar de distinta manera los derechos de la comunidad LGBTIQ. Uno de ellos, Carlos Jáuregui, de profesión historiador, fue el primer presidente de la Comunidad Homosexual Argentina en 1984. Desde allí y luego fundando en 1991 la asociación Gay por los Derechos Civiles, desarrolla una fecunda labor por la reivindicación de esta comunidad. En 1992 Jáuregui encabezó la primera Marcha del Orgullo Gay Lésbico en Buenos Aires. Ya en esa época ayudó a impulsar el primer proyecto de unión civil y la inclusión de la orientación sexual en la cláusula anti-discriminatoria de la Ciudad de Buenos Aires. [1]

La otra persona clave fue Cris Miró, que en ese período va a constituirse en una figura emblemática en la defensa de los derechos de la comunidad travesti y trans. Siendo estudiante avanzada en la carrera de Odontología en la UBA (ámbito que siempre le resultó hostil debido a su condición sexual), se conoció con Jorgelina Belardo (directora teatral formada en la Escuela de Alejandra Boero) quien le propuso ingresar en el mundo artístico, al que Cris Miró ya aspiraba. Desde el inicio estrecharon un vínculo de amistad que las haría inseparables, vínculo a través del cual compartieron un mismo enfoque en la defensa del derecho a la identidad trans y la búsqueda de la solidaridad con el resto de las minorías sexuales oprimidas.

Imagen del espectáculo "Orgasmo apocalíptico" (foto Esteban Costa)

Así se abre paso en el mundo teatral del under durante toda la década de los 80, con Jorgelina Belardo devenida su productora artística. El fenómeno de Cris Miró en esta época resulta de un impacto inédito y que dejaría una huella en mundo artístico y de los derechos.

La vigencia de los edictos ya mencionados, son el instrumento privilegiado para que la policía la detenga de manera arbitraria, encarcelándola por las noches en muchas oportunidades mientras desarrolla su actividad teatral.

Es interesante rescatar que Cris Miró, que no perteneciendo al mundo de la política, se edifica ella misma en una figura de reivindicación de los derechos ganándose el reconocimiento de toda la comunidad trans. Sobre todo en esa primera década de gobierno constitucional, en la que persistió sin embargo una importante cuota de oscurantismo, represión y censura a las minorías sexuales.

Así, Cris Miró, una joven de clase media, con estudios universitarios a punto de recibirse y con enormes cualidades artísticas, llamativamente bella, se convierte en el símbolo de su generación. Hay que destacar que fue plenamente consciente del lugar protagónico que ocupaba e hizo valer su condición tanto frente a la represión policial como en los medios de difusión. Dotada de una sencillez al hablar y naturalidad para expresar lo que esperaba para su vida, se aproximó así gradualmente al lugar del reconocimiento de la comunidad LGBTIQ y de toda la sociedad.

La prostitución trans y el problema de la droga

Es importante aclarar que las jóvenes trans no tenían en ese entonces otro destino laboral que la prostitución, lo cual las resignaba a la marginalidad y a un deterioro en sus perspectivas de vida. La aparición gradual de la droga vinculada a la prostitución acentuó el carácter de la discriminación social a este grupo humano. Muchas veces la droga ingresa como una demanda del cliente que busca sexo en la prostitución con chicas trans. A su vez el consumo es consentido por la policía que hace de esto un negocio.

Finalmente el uso de drogas en este contexto es un recurso que las chicas emplean para sostener esta actividad que es la única que les permite un sustento a falta de otra perspectiva laboral. Es claro que esto refuerza a su vez sus vidas estigmatizadas y escasas de sentido.

Vale recordar que, de todas las minorías sexuales, las chicas trans han sido y son las más rechazadas. Su sola presencia interpela a la sociedad que no puede tolerar mirar y ver en ese espejo algo de la condición humana. Cris Miró comprendió tempranamente esto, como también la condena que conllevaba este estigma a la hora de buscar el amor. Esto último, debido a que las parejas integradas por personas travesti o trans no tenían aceptación en el ámbito público, y eran por lo tanto vínculos destinados a la marginalidad o al fracaso.

En este sentido el despliegue artístico de Cris Mirón, como también el sentido de su verbo cuidadoso pero inflexible en los medios de difusión, constituyeron la militancia más sólida de quien fue vista como una heroína en la que muchos y muchas encontraron identificación y proyección de su deseo.

El despliegue artístico y el prematuro fin

Ya en la década de los 90, más de un productor percibe que Cris Miró es una figura y no un figurín, que tanto sus dotes personales como su presencia artística debían tener un lugar en el espectáculo. Es así que obtiene distintas propuestas que la colocan en el centro del reconocimiento público y comercial. La persistencia de sostener su lugar durante los 80 da finalmente su fruto y obtiene un lugar en las grandes marquesinas del teatro.

Pronto ocupa las tapas de las revistas más conocidas y la convocan a entrevistas en múltiples programas televisivos. Es en 1997 cuando obtiene el premio a la mejor vedette de la calle Corrientes. [2] Se hace merecedora así de un galardón que tradicionalmente estaba reservado a las grandes vedettes de la escena argentina. Con esta distinción, un nuevo público, ahora masivo, pone sus ojos en Cris Miró y en ese mismo acto se visibiliza algo de la temática travesti y trans, que hasta entonces era privativa de un reducido círculo.

Su éxito es fulgurante, pero la tragedia del HIV finalmente le arrebata la vida en pleno éxito, a la edad de treinta tres años. La comunidad LGBTIQ que había perdido ya a Carlos Jáuregui en 1996, sufre ahora esta segunda y significativa muerte a manos de la misma enfermedad.

Habrá que esperar hasta el 2012 para que el Congreso Nacional sancione la ley de Identidad de Género. Es decir, tres décadas después de que Cris Miró iniciara su prédica, consciente de un colectivo que la tomó como un claro referente de sus derechos y que ella expresó desde el ámbito artístico.

Lo que sigue es un breve avance de la investigación en curso que dará como producto la publicación de un libro, la realización de un espectáculo y de una muestra fotográfica. Ese tríptico, pensado en torno a la identidad de género, los derechos y la vida artística, es un homenaje a la memoria de Cris Miró, y a la vez la ocasión de repensar temas cruciales como los que integran esta agenda de trabajo:

  • Representaciones teatrales de los 80
  • El equipo de trabajo teatral que ella integraba
  • Memorias de sus integrantes
  • Década del 90
  • El amor
  • Las drogas
  • La prostitución
  • El HIV - los anti retrovirus
  • El final
  • La vida sin Cris
  • El duelo
  • La cárcel
  • La absolución
  • El derecho - las leyes aprobadas en el Congreso Nacional
  • La sociedad civil
  • Memorias de Cris: distintas voces, otras personalidades
  • Recuerdo y alegato por Juan Castro, Fernando Peña y Cris Miró
  • La vigencia de sus ideas
  • Pronunciamientos del mundo académico
  • El travesticidio
  • Las asignaturas pendientes.

La trilogía de Cris Miró

Los puntos anteriores confluyen y se plasman en un proyecto integrado por tres actividades:

  1. La puesta de un espectáculo teatral
  2. La edición de un libro
  3. La realización de una muestra fotográfica

El espectáculo teatral: a 30 años de “Orgasmo apocalíptico”

Imagen del espectáculo "Orgasmo apocalíptico" (foto Esteban Costa)

El espectáculo, bajo dirección de Jorgelina Belardo, recrea algunas realizaciones exitosas de las producciones del Off de los años 80-90, las cuales tuvieron un alto impacto en el público y en la vida artística de Cris Miró. Se trata especialmente de retomar la obra “Orgasmo apocalíptico”, que tuvo justamente a Cris Miró como actriz protagónica.

La propuesta cuenta con actores, actrices, bailarines y cantantes que escenificarán los cuadros originales de la obra, manteniendo la estética comprometida de Belardo. Estética que convoca la erótica y el amor en un lenguaje fuerte y testimonial ante una sociedad que aún hoy, varias décadas más tarde, no ha resuelto la cuestión de la diversidad y evidencia una incomprensión hacia las minorías sexuales.

La obra se propone un juego entre la materialidad de los personajes que representan esta historia en la actualidad y la secuencia de imágenes que se proyectan al unísono, trayendo la filmación de un celuloide que no ha perdido vigencia y que aproxima el “orgasmo apocalíptico” de entonces.

Se cruzan así personajes, filmaciones, textos en off, música y canto en vivo para dar ese testimonio y abrir otros caminos de proclama en la estética teatral que contemplan memoria, arte y derechos humanos.

Imagen del espectáculo "El cabaret alemán" (foto Esteban Costa)

El libro: “Una mujer por derecho propio”

La publicación del libro centrado en la obra y la vida de Cris Miró tiene dos objetivos centrales. El primero es el de rescatar la memoria de la única chica trans que desde la década de 1980, época en que emprende sus estudios universitarios, pone en marcha una carrera artística en el teatro Off llegando a ocupar por sus cualidades el máximo nivel de reconocimiento bajo las grades marquesinas de la calle Corrientes y los medios gráficos de entonces.

En este aspecto testimonial, el libro recupera para el público de entonces y para las nuevas generaciones que no la conocieron, cuestiones vitales en la vida y la obra de Cris Miró. Especialmente aquellos temas que la cruzaron de manera intensa: la persecución padecida por la comunidad trans, sus primeros pasos en el teatro, el éxito en los 90, el amor, el HIV, la droga y su temprana muerte.

A la vez, la obra muestra cómo este camino estuvo acompañado por una búsqueda consciente de Cris Miró por reivindicar los derechos de la comunidad travesti y trans en la Argentina, lo que la convirtió en una figura emblemática. En esta segunda vertiente, se incluye un testimonio de sus ideas, las voces de las personas más allegadas a sus espectáculos de entonces, junto a las memorias de distintas personalidades del mundo artístico y académico.

El segundo objetivo del libro es reflexionar sobre distintos aspectos que plasman la realidad de la discriminación que aún padecen las minorías sexuales en nuestro país, en especial la comunidad trans. No obstante la existencia de las progresivas leyes sancionadas en la última década, está pendiente un largo camino por recorrer en la búsqueda de generar condiciones para una convivencia social que sea genuinamente contemplativa de las diferencias humanas.

En este sentido la obra aborda cuestiones específicas que atañen a la población trans, tales como educación, inserción laboral y social, prostitución, droga, erotismo, amor, travesticidio, todas ellas atravesadas por formas de complicidad civil, que son a su vez asignaturas pendientes de la sociedad y la democracia. [3]

Muestra fotográfica: la imagen en el tiempo

A partir del archivo fotográfico de Esteban Costa, la muestra recupera los testimonios gráficos de los espectáculos más relevantes de la carrera artística de Cris Miró durante la década de 1980. Se recupera así, un valioso material que da testimonio de una época y de una performance, en la que sus apariciones públicas, entre ellas la presencia en un célebre almuerzo de Mirtha Legrand, la convirtieron en una referente de los derechos de la comunidad travesti y transexual.

Se trata de un material completamente inédito, que se dará a conocer por primera vez ante quienes fueron parte de aquella experiencia y posibilitará que nuevas generaciones accedan a tomar contacto hoy con un registro gráfico de quien fuera para muchas personas, una heroína.

Se prevé que en la inauguración y cierre de la muestra hagan uso de la palabra quienes estuvieron a su lado en aquellas realizaciones artísticas, junto a personalidades del espectáculo y del mundo académico. La performance incluye proyecciones de imágenes, acompañadas de la interpretación en vivo de arias de ópera que recuperan sus espectáculos de entonces.


[1“Seguiremos luchando por alcanzar una vida más digna, porque sin libertad sexual no existe libertad política [...] En una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política”.

[2Calle tradicional donde se reúnen la mayor cantidad de teatros del ámbito comercial en la capital de Argentina.

[3La publicación del libro está prevista para setiembre 2022 por la Editorial Letra Viva.


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