Sin duda Los Simpson han marcado una época. La serie superó ya las veinticinco temporadas y obtuvo otros tantos premios Emmy, siendo calificada por la revista Time como la mejor del siglo XX. Está entre los 30 programas más vistos en los Estados Unidos, récord alcanzado en la temporada 1992-1993, justamente el año en que fue incorporado como material para la enseñanza de la ética en la Universidad de Buenos Aires. A 25 años de aquel capítulo inaugural, la cátedra de Ética y Derechos Humanos de la Facultad de Psicología UBA lleva adelante un proyecto de docencia, investigación y extensión universitaria basado en la potencia de pensamiento de la popular serie televisiva.
Se trata del abordaje de los principales capítulos éticos de la ética en la educación a partir de episodios emblemáticos. Temas deontológicos clásicos, como la Objetividad en la evaluación, Conflicto de intereses, Cheating, Discriminación injusta, Sexismo, Homofobia, se articulan con cuestiones educativas más espinosas, como la inclusión de tecnologías en el aula, los alcances de la divulgación científica, la integración de la diferencia, o los límites de lo “políticamente incorrecto” a la hora de divertir.
Hemos preferido artículos breves que dejen abiertos los temas, presentados siempre de manera amena y a la vez rigurosa. El proyecto se completa con un DVD que incluye los episodios de Los Simpson aquí comentados, acompañados de avances de las discusiones. El diseño fue utilizado en un promisorio proyecto de formación de maestros de escuelas de bajos recursos en la zona oeste del Gran Buenos Aires, como parte de dos programaciones UBANEX.
El método convocó a colegas de las facultades de Filosofía y Letras y de Farmacia y Bioquímica de la UBA, que contribuyeron con sendos artículos incluidos en este número de Aesthethika. También interesó a la Escuela de Educación de New York University, quienes trabajaron en el desarrollo de la versión en inglés del folleto y del DVD [1].
Finalmente, que un proyecto de esta naturaleza tenga lugar en Argentina no es un hecho casual. Si bien Los Simpson han tenido éxito en todo el mundo, en pocos lugares se los ha adoptado como en nuestro país [2]. Ello se expresa no solo en el alto rating que el programa ha mantenido durante décadas, sino en su entramado en la cultura y la vida cotidiana. Los personajes de la serie ya forman parte de nuestra idiosincrasia, modelando rasgos, temperamento, carácter, contribuyendo así a una moralidad de la época.
Y la escuela pública de Springfield, con su entrañable galería de alumnos, docentes, directivos, personal de maestranza, ha tenido una importancia central en este proceso. La institución educativa se ha transformado, ella misma, en un personaje clave de la serie. En tiempos en que la educación privada crece en todo el mundo, la elección pionera de Matt Groening de responsabilizar al Estado en la formación de los jóvenes, adquiere así, retrospectivamente, un valor ético al que este número de la revista rinde tributo.