Volumen 12
Número Especial Noviembre 2016 Publicación: Noviembre 2016 La ética en la escuela según Los Simpson
Resumen
¿Cómo evaluar el desempeño escolar de manera acorde al doble movimiento de la ética contemporánea? En el episodio "Bart reprueba", el resultado obtenido en un examen multiple-choice deja a Bart al borde de repetir su cuarto grado. Pero un giro inesperado de la historia pone al descubierto un aprendizaje por parte del niño, que coloca a su maestra frente a una decisión. ¿Podrá Edna Krabappel responder más allá de lo dado en la escena que ambos habitan? ¿Qué lecciones nos ofrece la viñeta respecto del complejo problema de los criterios para evaluar el conocimiento?
Vamos a realizar un recorte situacional de una escena de la segunda temporada de la serie Los Simpson (1990) del episodio Bart reprueba. [1]
En este capítulo Bart se encuentra a punto de repetir el grado, todo depende de una evaluación. Todos conocemos la historia de Bart, un niño rebelde, indisciplinado, con un padre que no puede ponerle límites y consecuentemente, una maestra y un director que no saben qué hacer con él. La falta de interés de Bart en la escuela puede responder a diversas cuestiones: la modalidad reproductivista de enseñanza, el modelo de aprendizaje asociacionista, la falta de idoneidad de la maestra, la falta de motivación que Bart presenta frente a los contenidos propuestos por la enseñanza formal, entre otros.
Pero lo interesante de este capítulo es que frente a la apatía con la que Bart se conduce, ante la amenaza de repetir el grado, Bart decide hacer su mayor esfuerzo por “pasar”. Parece que por primera vez su “ser” se define en esta apuesta. Se encuentra totalmente implicado en la decisión de pasar de grado. Sin embargo, más allá de su intención encuentra obstáculos contextuales que le resultan de difícil solución.
Cuando vemos este episodio surgen los siguientes interrogantes:
¿Qué papel tiene la familia en el fracaso de Bart?
¿Cómo evalúa a Bart el psicólogo? ¿Bart es inteligente o es “un retardado”? ¿Qué peso tienen estas taxonomías estigmatizantes en el desempeño académico de Bart?
¿Qué instrumentos usa la maestra para evaluarlo? ¿Estos instrumentos son acordes a la modalidad de enseñanza? ¿Estos instrumentos permiten medir los avances de Bart en el proceso de aprendizaje?
¿Quién o quiénes quieren que Bart repita el grado? ¿Quiénes lo ayudan a estudiar?
¿Qué problemas tiene Bart para pasar el grado? ¿Qué cuestiones influyen en su dificultad?
¿Qué le enseña Bart a Martin? ¿Qué le enseña Martin a Bart?
¿Qué relación existe entre la evaluación y el control disciplinario que busca ejercer la docente?
¿Qué relación existe entre la evaluación y la autoestima de Bart?
Estos interrogantes exigen la inclusión de diferentes variables que interactúan de manera diversa y que le dan a esta situación un carácter singular y complejo.
Podemos introducir entonces un modelo de evaluación multivariable, que incluya la complejidad contextual con los siguientes niveles de análisis:
Un modelo multivalente se define en función del recorte situacional. No se trata de proponer categorías a priori y ajustar al sujeto a ellas sino al contrario, es el marco situacional el que nos permite definir las diferentes dimensiones y sub-dimensiones que se abren por un proceso reflexivo a partir de la escena.
A partir de estas dimensiones las preguntas iniciales pueden ser reorientadas, dando lugar a diferentes problemáticas éticas y deontológicas.
El recorte de una viñeta
Retomando el planteo del comienzo, nos detendremos en la posición de la docente en el acto evaluativo. Edna, la maestra de Bart, lee y corrige un multiple choice y el puntaje final es 59. Bart necesita 60 para pasar de grado. La maestra le dice que lo lamenta pero que tendrá que repetir, y entonces Bart quiebra en llanto. La maestra se sorprende porque creía que a él esto no le afectaba. Él se siente defraudado consigo mismo, su autoestima se ve tocada porque realizó un verdadero esfuerzo y no lo logró, esto lo lleva a decir que es un “fracaso”. A continuación comienza a explicar que “así se sintió George Washington cuando entregó Fort Necessity a los franceses en 1754…”. Esta explicación sorprende a la maestra ya que da cuenta de un aprendizaje significativo en donde Bart homologa sus sensaciones con las de Washington. La maestra se enfrenta a una decisión, o sostiene su postura y se apega a un modelo evaluativo descontextualizado o es capaz de escuchar lo que este niño ha aprendido y lo recalifica.
Esto último supone:
Una nueva evaluación de Bart que da cuenta de un proceso de aprendizaje que se halla en desarrollo.
La capacidad de la Señorita Edna de hacer reajustes en el proceso de evaluación.
Superar la relación vincular de rivalidad que se halla instalada entre ella y Bart, adoptando una mayor objetividad en la evaluación.
Elaborar un nuevo juicio de valor, a la luz de la nueva información y modificar la decisión tomada anteriormente.
Modificar el instrumento de evaluación incluyendo el relato de la historia de Washington que supone la evaluación de otras capacidades de Bart.
Finalmente, supone un acto de justicia. Ya que la justicia es definida por Aristóteles como dar a cada uno según le corresponde y por consiguiente, un acto de justicia supone la ponderación de la singularidad.
Edna Krabappel tiene numerosos defectos: parte de un modelo asociacionista de aprendizaje, no posee los contenidos que imparte, evalúa con un instrumento que ha recibido numerosas críticas por ser inadecuado para evaluar procesos. Sin embargo, con su decisión de recalificar a Bart dignifica el acto evaluativo y le devuelve al niño una mejor imagen de sí mismo. “Una evaluación integral tiene que ser capaz de arrojar ante el evaluado no sólo sus déficits sino también sus potencialidades.” (Ormart, 2004).
Un docente ante todo debe procurar que el ejercicio de su profesión se realice con calidad. El enfoque multivariable es un enfoque que apunta a la calidad. Uno de los atributos centrales de la calidad es la percepción de la situación en su complejidad. Si consideramos sólo una perspectiva caemos en un reduccionismo deshumanizante. Es preciso tener presente que la evaluación es un proceso que tiene momentos de cierre y toma de decisión. Estos momentos tiene que ser instancias de ponderación de una multiplicidad de factores. Finalmente, no podemos olvidar que la evaluación también es un momento de rectificación y aprendizaje tanto para el alumno como para el docente.
Referencias
Michel Fariña, J. & Ormart, E.(2009): “Recursos audiovisuales en la enseñanza de la ética” En Actas del Primer Congreso Nacional: Pensando lo audiovisual en la investigación en Ciencias Sociales y Humanidades. Método. Técnica. Teoría. Organizado por la Fundación Incluir, Buenos Aires.
Ormart, E. (2004). La ética en la evaluación educativa. En Revista Eticanet. Editada por el Centro UNESCO de Andalucía y la Universidad de Granada. Julio de 2004 Año 2 número 3 (pp. 107-112).
Ormart, E. & Fernández, S. (2010). Estrategias didácticas en el desarrollo de la sensibilidad moral en educación. En Revista dialéctica Volumen 26: Universidad Panamericana. Bogotá, Colombia.
[1] Un avance del presente escrito fue presentado en la Conferencia: La ética en la evaluación en Bogotá, Colombia en el Marco del Primer Congreso internacional de Evaluación Educativa.