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Volumen 19 | Número 2
Septiembre 2023 | Marzo 2024 - Septiembre 2023
Publicado: Septiembre 2023
Inteligencia Artificial y Bioética


Resumen

La fantasía que impera en este film plantea la ilusión de encontrar un ser complementario que se adapte a nuestras preferencias y nos haga plenos. “Mi algoritmo está diseñado para hacerte feliz” dice el humanoide. Ilusión de que alguien tendría la posibilidad de ser complementario, de saber exactamente lo que el otro requiere. Estamos en las antípodas de la famosa fórmula de Lacan:” (Le Séminaire, Encore, 1975) “No hay relación sexual” (o sea, no hay complementariedad). No habría resto, el sujeto no estaría atravesado por la castración simbólica. La IA compite con Zeus. La fantasía del Uno, organismo previo a la separación del andrógino por parte de Zeus, se podría materializar con la IA.

Palabras clave: amor | humanoide | algoritmos | complementariedad

Abstract English version

[pp. 57-61]

Ich bin dein Mensch

El hombre perfecto
Juan Eduardo Tesone

Universidad del Salvador [1]

Ich bin dein Mensch es el título original en alemán de este film de María Schrader (2021). Traducida al castellano como: Soy tu hombre o El hombre perfecto, su traducción literal debería ser: “Soy tu persona”, título cuyo valor polisémico amplía su interpretación, más allá del género. Mensch es la palabra que utiliza Freud, cuando habla de “la persona de al lado”, que el ser humano necesita largo tiempo por su desamparo inicial.

En el flyer el film es categorizado como un film romántico... más allá que sea en realidad ciencia ficción… y personalmente lo incluiría en la categoría de film de terror, o quizá los tres géneros simultáneamente.

La protagonista, llamada Alma, es soltera, vive sola y al concluir el experimento debe realizar un informe aconsejando la conveniencia o inconveniencia de establecer un vínculo, en su caso de pareja, con el robot humanoide, programado por los algoritmos para hacerla feliz. Acepta realizar la experiencia durante tres semanas con el fin de poder financiar sus investigaciones sobre la escritura cuneiforme.

El film interrroga aparentemente sobre humanoides posibles programados por la IA y los algoritmos. Pero a mi parecer interroga aún más a lo humano de lo humano. ¿Qué es específicamente lo humano de lo humano? También sobre que es el amor: ¿A quién o a qué uno ama? Recordemos la obra de teatro La Cabra estrenada en Brodway en el 2002. Obra de Edward Albee, atraviesa cuestiones centrales en la vida de todos: el amor, los celos, los sueños, el tiempo, los valores. El protagonista, sorprenderá a su familia y a su entorno, al declararse enamorado de una cabra. Dicha obra pone de relieve, lo que ya destacara Freud en Pulsiones y destinos de pulsiones (1915), a saber, que el objeto de las pulsiones, o incluso del amor, es contingente. Puede ser una persona, un animal o incluso un objeto inanimado. Recordar también el film Lars y una chica de verdad (2007), escrita por Nancy Oliver y dirigida por Craig Gillespie, en el cual el protagonista se “enamora” de una muñeca inflable.

Pero en “Soy tu persona”, el film va más allá aún. Supone una relación experimental-sentimental entre una mujer y un humanoide. En la primera escena, el encuentro se produce en un local bailable. Se percibe la mirada inquieta de Alma, y la dura y penetrante mirada vacua de Thomas, el humanoide. La aparente seducción del humanoide es torpe, hace gala de su memoria recitando un párrafo de una poesía de Rilke o haciendo, a instancias de Alma una complicada operación matemática. “Lo difícil de programar el coqueteo” … se disculpa la psicóloga del programa. No se logra ni siquiera la parada de los animales, destellos de seducción en función de una imagen predeterminada para la especie.

En la retroescena de este primer encuentro, bailan personajes con suma destreza, pero advertimos que son sólo hologramas: “bailan mucho y no se cansan”, afirma uno de los personajes de la experiencia. El mundo feliz de la eficacia.

El humanoide, al que llaman Tom, (el nombre como tentativa de humanizarlo:¿acaso no es la primera inscripción simbólica de todo ser humanao?) en sus intentos de seducción, va demasiado rápido y torpe. Le toca la mano a Alma a penas se sienta, pero con dicho tacto… demuestra que carece de tacto…

No es indiferente que la protagonista, Alma, investigue sobre la escritura cuneiforme. Primera inscripción escrita de la historia de la humanidad. Desarrollada por primera vez por los antiguos sumerios de Mesopotamia en torno a 3.500 a.C. La palabra cuneiforme proviene del latín ’cuneus’, que significa ’cuña’ y simplemente significa ’en forma de cuña’. Se refiere a la forma que se hace cada vez que un escriba presiona su estilete en la arcilla. El registro escrito de la palabra supuso el final de la prehistoria y el comienzo de la historia.

¿Estaremos actualmente asistiendo a otra etapa bisagra en la historia? ¿Qué valor adquiere, como forma de escritura, la de los algoritmos? ¿Se está inaugurando la post-historia? A diferencia de los primeros signos lingüísticos, los algoritmos no dejan huellas en la arcilla sino en un software. Pretenden predecir preferencias, perfiles y conductas. Ya no es más una huella sino una bola mágica que indica el destino posible de cada individuo. Tom, en el film, se supone que está programado para satisfacer a Alma según sus deseos y expectativas, de manera aconflictiva. Un mundo liso, sin asperezas ni malentendidos.

Alma le pregunta al humanoide: “Qué es lo que te pondría más triste. Obtiene como respuesta: “Morir solo”. O sea, quizá, vivir en soledad, a lo cual el film apunta como inquietud. La angustia de la soledad, la angustia del conflicto confrontados a la otredad, la ilusión de alcanzar la “felicidad” en un mundo “aconflictivo”, en el cual no hay pulsiones de vida… pero tampoco pulsiones de muerte ni agresión como entre los humanos.

¿Qué percibe el humano en un film se pregunta Deleuze? Distingue tres tipos de percepciones: La imagen en movimiento,compuesta por imágenes fijas que, al pasar a una determinada velocidad ante nuestros ojos (24 fotogramas por segundo en el caso del cine) crean la ilusión del movimiento.

En la Filosofía del cine [2], Deleuze considera a las imágenes como signos. De aquí su referencia constante a Peirce y su rechazo a la semiótica de tendencia lingüística que sustituye la imagen por el enunciado. Uno de los principales referentes filosóficos de Deleuze es Henri Bergson. Toda percepción tiene para Bergson una prolongación motriz. Lo mismo ocurre con la imagen-percepción: “Este es, por consiguiente, el segundo avatar de la imagen-movimiento: ella deviene imagen-acción. Por último, la imagen-afección media entre la imagen-percepción y la imagen-acción, siendo el tercer aspecto de la subjetividad. Todo ser vivo, en particular el ser humano, es entonces un centro de indeterminación en el que coexisten las tres clases de imágenes: imágenes-percepción, imágenes-acción e imágenes-afección.” El humanoide no tendría imagen-afección, que es lo que caracteriza a la percepción humana.

Una secuencia del film es altamente evocadora de los límites del humanoide: “Yo soy” … repite ininterrumpidamente… y ante ese desperfecto de la programación, se lo llevan para corregirla… Queda visible la dificultad de su afirmación ontológica… Si la pregunta ¿Quién soy? desveló a más de un filósofo y a todo ser humano sin encontrar respuesta, el humanoide no puede ni siquiera formularse la pregunta. Su programación se detiene tildada, en un inmortal requerimiento.

“Mañana es el gran día y podrá llevarse a Tom a su casa…” le anuncia gozoso el director del programa a Alma. Esta última, molesta, responde: “Escanean mi cerebro…” Ante lo cual el director afirma: “Quizá te conozcan mejor que tú misma “. Pregunta que deberíamos hacernos actualmente ante los avances de la IA. La pregunta se desliza de ¿Quién soy? A ¿Qué soy para los algoritmos? Se afirma incluso que los algoritmos tienen la posibilidad de manipular subjetividades y a la opinión pública, influenciar sus decisiones. Al tal punto que Trump, sostienen algunos, habría ganado sus elecciones en USA, gracias a los algoritmos. Mito o realidad, la pregunta cabe ser formulada.

A través de algunas secuencias sobre el padre demenciado de Alma, resurge con insistencia la pregunta: ¿qué tiene de humano el humano demenciado? ¿Se va perdiendo lo humano de lo humano… o es otra forma de lo humano? ¿Sigue siendo humano un humano sin recuerdos?

El director de la experiencia le sugiere a Alma de “trabajar sobre un pasado compartido” y agrega: “Para tener un futuro necesitas un pasado”. Si la vida no es otra cosa que recuerdos sobre lo vivido, no habría forma de vida posible sin pasado, algo quizá que ocurre en la demencia. Interesante esta inversión habitual que no puede concebir un futuro, sin pensar en el pasado. En el film parecen inventarse recuerdos que coinciden con un niño- adolescente llamado Thomas. ¿Es el mismo del robot? ¿Es otro? ¿Es el de la pubertad de Alma? En todo caso se superponen y generan la ilusión de un recuerdo posible. El recuerdo como condición ontológica de existencia.

Cuando el humanoide entra a la casa de Alma, se sorprende que no haya previsto compartir la misma cama, sino que le proponga dormir en habitaciones diferentes. Supone que los humanos en pareja duermen en la misma cama… algo que dista de ser obvio… para cualquier humano.

Thomas (su nombre no fue elegido al azar, era el nombre del niño del cual Alma se había enamorado en su pubertad) no evacúa, no puede tener orgasmo, no tiene sentimientos sino aquellos que fueron programados. Puede ser irónico, y como no está vivo dice no morir. Sin embargo, utiliza otro término para anunciar su propia crónica de una muerte anunciada: “me van a borrar”. (“delete”, como los documentos eliminados). Luego se retira y Alma lo ve cercano a un container de basura.

La fantasía que impera en este film plantea la ilusión de encontrar un ser complementario que se adapte a nuestras preferencias y nos haga plenos. “Mi algoritmo está diseñado para hacerte feliz” dice el humanoide. Ilusión de que alguien tendría la posibilidad de ser complementario, de saber exactamente lo que el otro requiere. Estamos en las antípodas de la famosa fórmula de Lacan:” (Le Séminaire, Encore, 1975) “No hay relación sexual” (o sea, no hay complementariedad). No habría resto, el sujeto no estaría atravesado por la castración simbólica. La IA compite con Zeus. La fantasía del Uno, organismo previo a la separación del andrógino por parte de Zeus, se podría materializar con la IA. Alma dice que el humanoide “no entendería los simbolismos ni las metáforas”. O sea que puede recitar de memoria a Rilke sin entender la metáfora ni la musicalidad de la poesía. El humanoide no es un sujeto, en el sentido propio del término, no está sujeto a la división, no es un sujeto escindido entre un inconsciente y una conciencia. Es pura conciencia de lógica secundaria, o incluso terciaria a su programación. Producto tecno-ilógico, no está atravesado por el deseo. Cuando pide un café, le dice confidencialmente a la cajera: “¿Hubieras adivinado que en realidad no puedo querer nada?”

El deseo humano, resulta una complicación, dado que tiene sus contradicciones, el humanoide, en la fantasía ficcional, sería un ser a-conflictivo.

Curioso que los avances sobre la escritura cuneiforme… se lo haya situado en una investigación en Buenos Aires, que se anticipara sobre la investigación de Alma. ¿Será que en Buenos Aires… la escritura de nuestra realidad supera todo algoritmo?

Irrita a Alma que Tom haga “todo bien”, que no la sorprenda con algún error, con algo inesperado… que genere conflicto.” Cuando eres humano, no sabes lo que quieres”.

“Tom, sólo tiene una erección si lo precede un beso”, arco reflejo y no excitación deseante. No desprovista de cierta desesperanza, pero al mismo tiempo de cierta atracción hipnótica, Alma propone a Thomas: “¿No te importa si te trato como un humano por un segundo?” Ella desea tener una relación sexual, se lo ordena, pero él se “rebela”, no acepta la propuesta. Quizá su actitud más “humana”. Aunque está programado para “simular emociones”. Agrega: “Los ciervos, en el campo, cuando me ven… no huyen “No me huelen a humano” “Ni siquiera me notan, no huelo a nada para ellos “¿No será que no huelen las pulsiones de muerte del humanoide, tan propio de lo humano?

En el curso de una relación sexual con el humanoide, de forma casi masturbatoria, Alma alcanza un fuerte orgasmo, sin que Thomas sea concernido más allá de satisfacerla. ¿Asistiremos con la IA al fin de la otredad? ¿Solipsismo gozoso? ¿Forma de misantropía moderna?

Alma, yendo hacia el humanoide reflexiona, es muy peligroso, crea adicción, es decir un goce mortífero que no tiene en cuenta a otro sino a un objeto que satisfaga de manera inmediata y sin conflictos, sin pasado ni futuro, sólo presente. El ser humano oscila a lo largo de su vida entre dos polos traumatogénicos: su sexualidad y la otredad. ¿Será que la fantasía que rodea a la IA sería de eliminar dichas fuentes ineluctables de ansiedad?

El film no precisa si Alma se apareja con el humanoide o no. Final abierto... o cerrado, quién sabe.

Referencias:

Chavolla, A. (2015). Departamento de Filosofía CUCSH/UdG, Filosofía del Cine 2015, pp. 1-17 Universidad de Guadalajara, México

Freud, S. (1915) Pulsiones y destinos de pulsión, A.E., XIV, p. 107-134, Buenos Aires, 1976.

Lacan; J. ( 1972-1973) Le Séminaire, Encore, Seuil, Paris, 1975.


[1Juan Eduardo Tesone, M.D., Ph.D., Médico de la UBA, (diploma de honor), psiquiatra de la Universidad de París XII, Dr. en Psicología y profesor asociado de la Universidad de París-Nanterre, Profesor emérito de la USAL, profesor titular del doctorado de la USAL: Cátedra “ Convergencias y divergencias en Psicoanálisis”, Miembro titular en función didáctica de APA, Fepal e IPA., Miembro de la Société Psychanalytique de Paris (1992-2018), Miembro de la sección Psicoanálisis y psiquiatría de la WPA.
Autor de “En las huellas del nombre propio, lo que los otros inscriben en nosotros”, premiado por el Ministerio de Cultura de Nación, 2011, en la categoría Ensayo, traducido al inglés, francés y turco; y premiado por la IPA en 2019. Autor de “Un dolor sin sujeto, marcas disruptivas en el psiquismo resignificadas, Letra viva, Buenos Aires (2023) de próxima publicación en Routledge, Londres. Co-autor de 18 libros en diferentes lenguas. Condecorado por el Gobierno francés como “Chevalier de l’Ordre National du Mérite” en 2012 y como “Chevalier des Palmes Académiques” en 2021.

[2Arturo Chavolla Departamento de Filosofía CUCSH/UdG, Filosofía del Cine, 2015, pp. 1-17 Universidad de Guadalajara, Guadalajara, México.


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