La película no se pregunta por lo Real. Porque el título esconde una afirmación: Bianca es real, es tan real como un grito desesperado de ayuda, un mecanismo de Lars para poder funcionar en sociedad, un receptor a quien le puede contar acerca de su vida y su infancia. Y aún cuando Bianca y Lars comparten la misma voz, en el momento en el que Lars le propone matrimonio, Bianca le dice que no.