ISSN 1553-5053Sitio actualizado en   septiembre de 2024 Visitas:

Volumen 15
Número Especial

Marzo 2019
Publicación: marzo 2019
The Handmaid’s Tale


Resumen

El presente trabajo es una reflexión acerca del lugar de la mujer en la sociedad a partir del análisis biopolítico de Foucault. La mujer históricamente ligada a la función reproductiva, encuentra en esta serie un la escenificación de un futuro aterrador. Hoy cuando los grupos feministas se debaten entre la aceptación y el rechazo de la gestación por sustitución, en la serie se evidencia la más absoluta instrumentalización del cuerpo femenino, pensado solamente como una incubadora para un Gran Otro gozador. Estos temores llevados a un grado supremo en Handmaide’s tale, son hallados en pequeñas dosis en la clínica de la infertilidad.

Palabras clave: Foucault | Biopolítica | feminismo | gestación por sustitución

Abstract English version

[pp. 19-26]

Los bordes de un futuro distópico

La mujer gestante de la humanidad
Elizabet Ormart

Universidad de Buenos Aires, Argentina

La biopolítica de género [1]

“Lo que formó los primeros objetos de saber y los primeros objetos de control de la biopolítica fueron esos procesos –como la proporción de los nacimientos y los decesos, la tasa de reproducción, la fecundidad de la población– que en la segunda mitad del siglo XVIII estaban, como es notorio, en conexión con todo un conjunto de problemas económicos y políticos” (Foucault, 1996b: 196)

Hacia fines del siglo XVIII Foucault ubica dos tecnologías de poder: la tecnología reguladora de la vida y la tecnología disciplinaria del cuerpo. La primera tecnología centrada sobre la vida, opera a nivel de la población. La técnica disciplinaria, centrada en el cuerpo, puede ser descripta como un conjunto de fuerzas que se ejercen sobre el cuerpo individual para hacerlo útil y dócil. En términos de Foucault (1996b 202) se trata en ambos casos de una tecnología del cuerpo “pero en una, el cuerpo es individualizado como organismo, dotado de capacidades y en la otra, los cuerpos son ubicados en procesos biológicos de conjunto.”

Estos mecanismos no se excluyen sino que se complementan entre sí. Un ámbito donde se observa claramente la intersección entre los dos niveles es la sexualidad.

Foucault sitúa la emergencia de la biopolítica a mediados del siglo XVIII y acusa que es un procedimiento que se dirige al cuerpo-especie, abriendo para el gobierno de los cuerpos una biopolítica de la población”. (Foucault, 1996a: 198) Se instauran así una serie de mecanismos y técnicas sobre lo social que buscan el cuidado de la vida bien gestionada.

Foucault sostiene que dicha inteligibilidad busca “tomar en gestión la vida, los procesos biológicos del hombre-especie, y asegurar no tanto su disciplina como su regulación (…) Más acá de ese gran poder absoluto, dramático, hosco, que era el poder de la soberanía, y que consistía en poder hacer morir, he aquí que aparece, con la tecnología del biopoder, un poder continuo, científico: el de hacer vivir” (Foucault, 1996a: 199)

Las disciplinas del cuerpo y las regulaciones de la población son los ejes alrededor de los cuales se despliegan los mecanismos de poder sobre la vida, la anatomía y la biología.

Una exitosa serie estrenada en 2017 nos ha convocado a repensar en estas ideas de Foucault y en la gestación por sustitución, una técnica de reproducción humana asistida de alta complejidad.

La serie se ubica en un futuro indefinido, en ese momento el principal problema es que la tasa de natalidad a nivel mundial decae, llegando a un colapso en el que prácticamente no hay niños. Lo que causa esta situación según muestra la serie tiene que ver con la vida sexual promiscua y las enfermedades de transmisión sexual que se propagan junto con la contaminación ambiental. El caos social es la circunstancia ideal para recurrir a soluciones extremas. Muchas veces, como ocurrió con el ascenso del nazismo, el deterioro social y económico lleva a las masas a buscar soluciones desesperadas. En ese contexto surge, el gobierno teocrático, totalitario y cristiano de "Gilead" que crea reglas muy estrictas basadas en las enseñanzas de las sagradas escrituras. A partir de ellas se legisla acerca de la reproducción de la especie humana y los roles femeninos y masculinos definidos en esta nueva sociedad.

La mujer más allá de lo humano

“Woman is the nigger of the world” (Lennon, 1970)

Según este nuevo estado de vulneración de derechos promovido en Gilead, las mujeres se encuentran en estado de excepción, ya que no tienen derecho a trabajar, a leer, a controlar dinero o propiedades. Agamben (1998) señala que cuando rige el estado de excepción todo es posible. “En la excepción se trata de crear o definir el espacio mismo en que el orden jurídico-político puede tener valor. La excepción es la localización fundamental, que no se limita a distinguir lo que está adentro y lo que está afuera, sino que establece entre ellos un umbral, un límite.” (Agamben: 1998 31-32). En este sentido las mujeres a lo largo de la historia se han constituido en un grupo excluido del espacio político [2], económico, laboral, público un grupo excluido al que le cabe la excepción.

La condición del homo sacer es la del abandono. Abandonado del derecho, despojado de su ropaje legal, peregrina por una zona de anomia en la cual es posible la inimputabilidad de cualquier violencia. En Handmaid’s Tale la violencia contra las mujeres es permitida en la medida en que ellas son inferiores a los hombres. Dentro del grupo de las mujeres se definen sus funciones en orden al mantenimiento de la especie, su ser mujer se reduce a su función reproductiva (criada), domestica (marta) sexual (prostitutas) sostén del marido (esposa). Su ser se reduce a una función en el sistema patriarcal y religioso del que forma parte. Hábilmente Atwood ha potenciado en la serie lo que en la historia de la humanidad se ha ido vislumbrando de diferentes formas en las épocas y culturas que las mujeres han transitado.

La infertilidad mundial ha generado un reclutamiento de las pocas mujeres fértiles que quedan en "Gilead", llamadas "handmaids" (criadas) y de acuerdo a una interpretación de un versículo de la Biblia son entregadas para la perpetuación de la humanidad, así como la esposa de Jacob le entregó a su criada para que le dé lo que ella no podía: descendencia. Cada criada es entrenada, corregida y educada para luego asignarla a los hogares de los altos gobernantes, donde debe someterse a una violación ritualizada, llamada la ceremonia, en la que participan sus amos hombres y sus mujeres y tiene por finalidad embarazar a la criada y darles hijos a esos matrimonios. Luego de parir, las criadas deberán dejar a esos niños al cuidado de sus padres y trasladarse a otra casa a brindar servicios equivalentes.

La ceremonia requiere del cuerpo dócil de la criada que se entrega como objeto a ser fecundado para otro. El cuerpo ideal es aquel que no ofrece resistencia que se deja manipular.

“Foucault designa el cuerpo “ideal”, el cuerpo del hombre-máquina carente de discurso, vacío de subjetividad, que permite ser manipulado, modelado, inserto en dispositivos sin ofrecer ningún tipo de resistencia. En el siglo XVIII, el “cuerpo dócil” era el lugar donde el poder inscribía su anatomía política, resultado de las sucesivas modelaciones y manipulaciones bajo el mecanicismo disciplinario. Foucault estudia como a través de la microfísica del poder se pretende descubrir la emergencia de los cuerpos sometidos y útiles; de los “cuerpos dóciles”. (Aguileras Portales 2010: 31)

Como vemos en esta serie, los procesos de procreación individuales son disciplinados para hacer a las criadas dóciles a su inseminación. Mientras que la regulación poblacional de la tasa de natalidad se busca incrementar en la reproducción de los líderes, que son la clase dominante [3].

Luego de dar a luz, la criada debe amantar a la cría durante unos meses hasta que la mujer del líder empieza a alimentarlo con la mamadera. Para abandonar al niño, también es necesario un disciplinamiento que llevará en un episodio de la serie a decretar la muerte por lapidación de una joven que se negaba a dejar a su hija.

Gestar para la humanidad

Resulta una coincidencia interesante que lo que se ubica como el origen bíblico de la gestación por sustitución sea también el versículo que sustenta la reproducción poblacional en la serie Handmaid´s tale.

La gestación por sustitución reconoce su origen más remoto en la cita bíblica del génesis 28, 30-31 [4] en la que Raquel cede su criada a Jacob para que tenga hijos. En ese momento, los amos tienen dominio sobre el cuerpo de los criados, situación que la serie reproduce.

Volviendo a la actualidad, la gestación por sustitución es una técnica de reproducción humana asistida de alta complejidad en la que el contacto carnal se reemplaza por el método de inseminación artificial. Sin embargo, el hecho de separar las relaciones sexuales de la reproducción no fue suficiente, como vemos en el conocido caso de Baby M [5] en el que la mujer inseminada se negó a dar el niño a los padres, aun habiendo firmado un consentimiento en el que se comprometía a hacerlo. A partir de ese caso, se decidió que no sea el óvulo de la mujer inseminada el que se utilizara en la técnica sino que se implantara el embrión con material genético íntegramente diverso al de la gestante.

Entonces, a la tecnología reguladora de la vida, se le hizo necesario diseñar nuevas estrategias de control sobre el cuerpo y se propuso como lo racionalmente deseable, evitar el vínculo genético entre la gestante y el feto. De modo que el óvulo no sea de la misma mujer que aporta el vientre. La tarea de gestar se realiza sobre un embrión ajeno genéticamente a la gestante, como un modo de garantizar el alejamiento afectivo. Al mismo tiempo, es un reaseguro jurídico ya que con un análisis de ADN se pueda demostrar legalmente el vínculo genético del neonato. Otra estrategia para evitar la creación de un vínculo con el feto durante el embarazo es rechazar a madres primerizas, o sea que las gestantes que se eligen ya han tenido hijos previamente.

El móvil del dinero, es otro punto álgido de la discusión. ¿Qué diferencia hay entre cobrar por tener sexo sin reproducción y cobrar por reproducirse sin tener sexo?

Existen mujeres, trabajadoras sexuales que desde tiempos remotos han cobrado por “alquilar” su cuerpo para que un hombre disfrute de él. Desde que la reproducción y la sexualidad se encuentran disociadas gracias a los métodos anticonceptivos, el uso del cuerpo de la mujer para satisfacción no tiene efectos no controlados, pudiendo emanciparse de la reproducción no buscada. En el caso de las mujeres que “alquilan su vientre” para la reproducción de otras parejas, también se produce el uso de su cuerpo para que otras personas puedan obtener un beneficio de él. En este caso, las técnicas de reproducción asistida (TRHA) garantizan que la reproducción quede separada de la sexualidad, de modo que no hace falta tener relaciones con un hombre para llevar a su hijo en el vientre. Más aún, una mujer virgen podría dar a luz un hijo a través de la implantación de un embrión en su útero.

En la serie Handmaid’s Tale el forzamiento a tener una relación sexual no consensuada es una violación, para velarlo se requiere recurrir a la ritualización del proceso con el concomitante lavado de cerebro que ello comporta. Podría haberse recurrido a una inseminación artificial y el porcentaje de embarazo no se hubiera alterado significativamente. Para Foucault, el ejercicio de las tecnologías va evolucionando de formas más crueles de disciplinamiento de los cuerpos a formas más inocuas pero por ello mismo, más efectivas. En éste sentido en la serie se evidencia el proceso inverso. Recurrir a una TRHA hubiera sido una forma más efectiva de disciplinamiento de los cuerpos que recurrir a una violación.

El motivo económico, que en la serie es reemplazado por un móvil ideológico, también exige un doble análisis: a nivel individual de la mujer que recurre a ofrecer su cuerpo para la gestación porque lo necesita [6], y a nivel poblacional, en el que una clase social de alto poder adquisitivo recurre a mujeres de otra clase social para gestar los embarazos. Esto último, también puede ser pensado a nivel planetario dándose el fenómeno conocido como “turismo sexual” en el que la diferenciación económica funciona como un indicador global de acceso a las TRHA. Lozansky (2015:383) señala que “Las bases éticas de la prohibición doméstica de subrogación comercial de Canadá, que presuntamente explota a mujeres y niños e impide la igualdad de género, son violadas en la disposición burocrática de Canadá a aceptar como ciudadanos a los niños nacidos de subrogación comercial transnacional”. En el caso Canadiense vemos que hay un supuesto de sujeto biopolítico para el ciudadano Canadiense y otro espacio biopolítico para las mujeres que son utilizadas como gestantes en el exterior, quedando fuera de la protección legal de la que gozan en Canadá. Se produce entonces, lo que Agamben llamaba estado de excepción.

Cine, sagas y series: la premonición del pasado

Las películas futuristas presentan un mundo futuro cubierto de temores y fantasías [7] aterradoras. Esta mirada pesimista del futuro es característica de la ciencia ficción contra utópica. A esta visión se la contrapone la denominada ciencia ficción utópica, que plantea los beneficios que la ciencia y la tecnología producirían para la liberación del hombre. El dador de recuerdos, es una película en la que la gente del futuro pierde la sensibilidad y la memoria para evitar una rebelión contra la sociedad abúlica en que todos se encontraban. Gattaca (Ormart & Michel Fariña, 2015; Ormart, 2016) nos hablaba de un mundo dominado por la genética convertida en tecnología de disciplinamiento y regulación social, desarrollando el genoismo como modo de estratificar la sociedad y hacer una división del trabajo regulada por el ideal cientificista. In time, (Ormart, E 2013) del mismo director de Gattaca, nos permite vislumbrar un mundo en donde el tiempo es dinero y la regulación de las masas se basa en esta equiparación de forma literal otorgando vida ilimitada a los ricos y tiempo acotado a los pobres. Que le paso a lunes? (2017) nos plantea el polo opuesto de handmaide, en un futuro de sobrepoblación mundial necesitado de un estricto control de la natalidad, practicando la eutanasia negativa para aquellos que no son primogénitos. La película infantil Wall E, describe un mundo en el que la obesidad y el desinterés ha ganado el espíritu humano. Otra categoría la constituyen las películas llamadas sagas [8], que contienen varias entregas de una misma temática, tales como: Los juegos del hambre, Divergente, Maze Runner, entre otros. Las series futuristas van por el mismo camino: Orphan Black, Black Mirror, Los cien. En esta misma línea queda ubicada Handmaide´s tale en el que la sociedad futurista supone un retroceso en la evolución de la humanidad mediada por la ciencia y un retorno a la fase teocéntrica que al decir de Augusto Comte debe ser superada por el ideal positivista.

El retroceso de la tecnocracia a la teocracia lleva en sí la creencia roussealiana de que el estado de naturaleza es preferible a la civilización. Sin embargo, el ejercicio del “cratos” supone poder para manipular a los cuerpos y a las poblaciones y éste se materializa en las diferentes formas de dominación a las que alude Foucault en su obra.

Realidad y ficción: viñetas clínicas

Lo más interesante de las producciones contra utópicas consiste en que el escenario de las obras refleja los temores y fantasías aterradoras de los seres humanos. Estos temores se parecen a los expresados por los usuarios de las TRHA cuando concurren a talleres y a terapia. Vamos a referir tres viñetas clínicas que se ven escenificadas en la serie:

  1. El temor que la gestante quiera quedarse con el niño, es materializado en el segundo episodio de la serie, cuando la criada tiene al niño y no quiere cederlo y más adelante lo roba. Esta fantasía es expresada por usuarios de las TRHA en talleres cuando afirman que el niño no será plenamente de ellos si recurren a la donación de gametos o a la gestación sustituta.
  2. El trío que observamos en el primer episodio en el que está presente la esposa, el esposo y la criada, reproduce otra escena referida por una paciente de 35 años en tratamiento de inseminación artificial, en la que ella dice que está su pareja atrás de ella y el médico entre sus piernas colocando la cánula y que esta escena era vivida por ella como una violación. “Cuando salí de la clínica me sentí terrible, humillada, violada” Cuando se le pide que explique esta afirmación, la paciente dice “ponerme en la posición ginecológica con una bata encima me generaba esas fantasías, que me parecieron reprochables y las rechacé pero luego, cuando sentía la penetración de la cánula, no podía dejar de sentir que me estaban violando y que mi marido miraba y no hacía nada”.
  3. Una paciente de 42 años refiere el siguiente sueño: “estoy en mi casa teniendo a mi hijo a upa (como siempre desee) lo miro y veo la cara de un desconocido, luego viene una mujer y se lo lleva, cuando ella me mira veo la cara del bebé. Inmediatamente, me despierto sobresaltada” Esta paciente está en tratamiento hace cuatro años y hace diez que busca tener hijos sin lograrlo. Luego de realizar inseminaciones artificiales, FIV e ICSI el médico le plantea la necesidad de apuntar a la donación de óvulos. En el sueño, se escenifican sus temores “mi miedo es no reconocer a esa persona cuando la mire a los ojos, no ver mi rostro en el de él”. Un objeto deseado pero totalmente ajeno a ella. Y luego, que alguien que es como él se lo lleve, evidentemente su madre, la que si puede tener ese vínculo genético que ella no tiene.

Reflexiones finales

Debemos establecer algunas consideraciones finales, en vistas a establecer semejanzas y diferencias entre los escenarios analizados.

  1. La biopolítica de Foucault nos ha servido para analizar dos cuestiones bien diferentes: la gestación sustituta y la contra utopía futurista de Handsmaide´s tale. En el primer caso, nos sirve para realizar un análisis crítico de los mecanismos de dominación y control tanto a nivel de los cuerpos como a nivel de las poblaciones. En el segundo, permite situar el punto en que la biopolítica llega al extremo de control sobre los cuerpos en sistemas totalitarios cuyo referente arquetípico es el nazismo, en tanto estado de excepción sobre amplias masas humanas.
  2. Frente al extremo de la deshumanización al que alude el segundo escenario se nos presentifica la necesidad de una bioética como punto de resguardo de la subjetividad. Podríamos pensar que una aplicación tecnocientífica sin la brújula de la ética nos conducirá a un escenario aterrador como el que describe la serie.
  3. Por todo ello, el uso de las TRHA y en particular de la GS, debe ser regulado. Cuanto más se trabaje en la regulación legal y ética de las técnicas, irán disminuyendo los temores que asustan a los usuarios. El caso de Baby M sentó antecedentes nefastos en este sentido. Actualmente, en Argentina, todas las sentencias han beneficiado a los comitentes y se trabaja en equipos asesores como el de CATRHA en la confección de guías [9] para los usuarios y el equipo de salud.
  4. En este punto es importante diferenciar temores justificados por falta de legislación de producciones subjetivas en las que la tramitación de las ansiedades demanda un espacio terapéutico que acompañe y canalice estas angustias. Toda operatoria médica sobre el cuerpo de los seres humanos demanda un trabajo simbólico de tramitación. Es fundamental que los psicólogos trabajen en este espacio con las personas que recurren a las técnicas pero también con aquellos que son los insumos humanos de las técnicas. Los donantes y las personas que gestan en su vientre, sea movidos por motivos económicos o altruistas necesitan hacer un procesamiento de esta experiencia.

En este sentido, las viñetas clínicas que presenté sucintamente, nos muestran el impacto que tiene en las mujeres el uso de estas técnicas que la serie potencia en el escenario futurista.

Referencias

Agamben, G. (2011) “Identidad sin persona” en Desnudez. Buenos Aires, Adriana Hidalgo 2011, pp.67-78.

Aguileras Portales, Rafael. (2010) Universitas. Biopolítica, poder y sujeto en Michel Foucault. Revista de Filosofía, Derecho y Política, nº 11, enero 2010, pp. 27-42
CATRHA (2017). Guías de Buenas Prácticas en Materia de Gestación por Sustitución. Disponible en http://www.samer.org.ar/pdf/5759_D_2016.pdf

Foucault, Michel (1996a) Historia de la Sexualidad. Vol. I La voluntad de saber. Siglo XXI Editores. Vigésimo cuarta edición, 1996. Pág. 168.

Foucault, Michel (1996b) Genealogía del racismo. La Plata, Altamira. Argentina. 1996

Lozanski, K. (2015). “Transnational surrogacy: Canada´s contradictions”. En Social Science & Medicine, 124, 383-390.

MICHEL FARIÑA, J.J. Y ORMART, E.B. (2009). Los medios audiovisuales como vía regia para el planteo de complejidades éticas, en Actas del Congreso “Pensando lo audiovisual en la investigación en Ciencias Sociales y Humanidades. Método, Técnica y Teoría”, Año 1, Volumen 1. Buenos Aires: Incluir Asociación Civil.

Ormart, E. (2013) Muerte, deseo y castración. En línea: http://www.eticaycine.org/La-piel-de-Zapa

Ormart E. Talleres de ovodonación: temores y fantasías en el camino de tener un hijo. Inédito, 2015a.

Ormart E. (2015b) TRHA: Impacto en las constelaciones familiares y la identidad de sus miembros. Revista Aesthethika, 11: 86 – 102, 2014. 10.

Ormart, E. (2018) Cuerpos y familias transformados por las TRHA. Buenos Aires: Letra Viva.

Ramskold, L. A. H. & Posner, M. P. (2013). “Commercial surrogacy: How provisions of monetary remuneration and powers of international law can prevent exploitation of gestational surrogates”. En Journal of Medical Ethics, 39, 397-402


[1Este escrito forma parte de otro más amplio que se encuentra en el libro: Cuerpos y familias transformados por las TRHA

[2Pensemos que en nuestro país fue a mediados del siglo XX cuando las mujeres accedieron al voto.

[3Es innegable la analogía con la ley de pureza de la raza aria en la época de Hitler que premiaba a las familias arias con mayor descendencia. (Eugenesia positiva)

[4Cuando Raquel se dio cuenta de que no le podía dar hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana y le dijo a Jacob: ―¡Dame hijos! Si no me los das, ¡me muero! Pero Jacob se enojó muchísimo con ella y le dijo:
―¿Acaso crees que soy Dios? ¡Es él quien te ha hecho estéril!3 ―Aquí tienes a mi criada Bilhá —propuso Raquel—. Acuéstate con ella. Así ella dará a luz sobre mis rodillas, y por medio de ella también yo podré formar una familia. Entonces Raquel le dio a Jacob por mujer su criada Bilhá, y Jacob se acostó con ella.5 Bilhá quedó embarazada y le dio un hijo a Jacob.

[5CFr .la referencia a este caso en el libro Fariña & Gutiérrez (2000) La encrucijada de la filiación. Lumen. Buenos Aires, 2000

[6Ver la siguiente nota periodística en la que diferentes mujeres venezolanas explican los motivos de su elección: http://www.panorama.com.ve/opinion/Conoce-la-historia-de-mujeres-que-alquilan-su-vientre-en-Venezuela-20140518-0095.html

[7Los temores y fantasías de las obras contra utópicas son similares a las que expresan los usuarios de las TRHA en talleres.

[8El término saga se utiliza para referirse a una narración parecida a una epopeya familiar que se extiende a varias generaciones, dividida en episodios, actos o volúmenes; o simplemente de forma imprecisa a cualquier historia en varias entregas

[9CATRHA (2017). Guías de Buenas Prácticas en Materia de Gestación por Sustitución. Disponible en http://www.samer.org.ar/pdf/5759_D_2016.pdf


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