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Volumen 17
Número 1
Abril 2021 - Agosto 2021
Publicado: Mayo 2021
Series y desfondamiento


El 30 de marzo de 2021, falleció en Sao Paulo Contardo Calligaris. Además de su extensa carrera académica, en los últimos años fue guionista, junto con Thiago Dottori, de una creación suya, la serie Psi, realizada para el canal HBO. Dirigida por su hijo Max Calligaris junto a Marcus Baldini, relata las tribulaciones de Carlo Antonini, un psicoanalista interpretado por el actor Emílio de Mello. Se trata seguramente de la mejor serie de terapeutas en escena, en la que Calligaris volcó su experiencia clínica, política y literaria. Como homenaje a su memoria, reproducimos este artículo, incluido en nuestras publicaciones sobre ética y cine de 2014. Lo hacemos junto a un anexo sobre la relación entre la trama de PS! y la tragedia griega, que da cuenta de la ductilidad de Calligaris a la hora de guionar la serie.

Contardo Calligaris: In memoriam

PS!: "La vida eterna sería insoportable": Un analista en la extimidad

Juan Jorge Michel Fariña

PS!, la serie psicoanalítica de HBO, está ambientada en la imponente ciudad de Sao Paulo y su presentación saca provecho de ese paisaje inclasificable. El personaje protagónico, Carlo Antonini, psiquiatra, psicólogo y psicoanalista, camina por las calles y a su alrededor los edificios, puentes, subterráneos y avenidas aparecen vistos desde ángulos imposibles que nos recuerdan la estética de Inception, el film de Chrisopher Nolan, o las prodigiosas creaciones de M.C. Escher. [1]

Mientras los créditos de la serie se van desplegando como marquesinas que acompañan la arquitectura, Carlo es asediado por sus fantasmas. Una gigantografía de su hija aparece en el marco de una ventana, una colega que filtrea en una esquina se saca la máscara ante él, la novia de su hijo lo mira exhibida entre cuchillos en el escaparate de una tienda cara, mientras otros pacientes en riesgo hacen equilibrio en las alturas, sobre su cabeza como imprevista red.

Estamos ante un espectáculo creado y dirigido por Contado Calligaris, el filósofo y psicoanalista italiano formado con Roland Barthes y en los seminarios de Jacques Lacan luego de haber publicado su tesis de doctorado sobre la seducción totalitaria y la pasión del sujeto por la instrumentalización. [2]

Calligaris está radicado desde hace veinticinco años en Brasil, y en PS! se refleja el crisol de experiencias que rodearon su vida, ahora proyectadas en la ficción del psicoanalista Carlo Antonini. Una carta escrita y leída en italiano, referencias a Albert Camus y Jacques Lacan, un maravilloso homenaje al Hitchcock de “La ventana indiscreta”, todo ello armonizado con el rico folklore brasileño, que tiñe los tratamientos del culto a la vida y la muerte en la intensidad paulista.

La serie tiene, ante todo, las marcas del pensamiento: una dirección con ribetes cinematográficos, rodada en episodios de una hora, que nos acercan más al cine que al formato televisivo. Pero sobre todo una fotografía exquisita y una cámara que entra y sale del consultorio, sugiriendo una extimidad en la que alojar la narrativa de los pacientes. La propia ventana, a través de la cual el psicoanalista avizora una mejor biblioteca que la suya, oficia de metáfora para este interior-exterior que organiza su escucha.

Así, las interpretaciones, cuando llegan son siempre en acto. Una niña diagnosticada como autista que encuentra su demanda de análisis en un imprevisto malabarismo de su madre. O una adolescente automutilada que puede hacer, transferencia mediante, un corte diferente con la figura de su padre. O el ejemplo sublime, el anciano que no puede hacer el duelo por su esposa muerta y en cambio reclama a su terapeuta que oficie de médium para seguir en contacto con ella. ¿Qué debería hacer el analista frente a esta demanda aparentemente bizarra?

Sin necesitar explicitarlo, será por la vía de “Lo perecedero”, de Sigmund Freud, que Carlo Antonini arribe a una respuesta, cuando le deslice a su amigo sepulturero la frase que titula este artículo: “la vida eterna resultaría insoportable”. El otro, acostumbrado a lidiar con la muerte, dirá simplemente: entonces estoy de acuerdo con Lacan.

Anexo: la serie y la tragedia, una puesta en abismo [3]

Veamos un ejemplo de la sutileza y profundidad que Calligaris el imprimió a su creación estético-analítica. En el episodio "Quiero ser quien soy", Carlo, el psicoanalista, va con su pareja al teatro. La obra anunciada es Edipo Rey. Antes del inicio de la función, en el vestuario Carlo se entera del nombre del actor, Renato, y advierte la coincidencia con el relato que una paciente suya le hizo en sesión. Esta "puesta en abismo", este desdoblamiento de la escena, es una primera señal de que la tragedia que va a representarse en el teatro alcanza a la escena analítica.

Esto aparece luego confirmado con los fragmentos de la obra que llegamos a presenciar. Se trata de los últimos parlamentos de Edipo Rey, el diálogo con Tiresias antes del desenlace:

Edipo: “¿Sería yo el causante de mi propia desgracia?”
Tiresias: “he aquí lo que tengo que decirte: tú, que tienes los ojos abiertos a la luz, no ves la desgracia que se cierne contra ti ni ves en qué lugar habitas ni con quiénes convives. ¿Sabes de quién desciendes?”
Tiresias: “Así, pues, te lo repito: el hombre a quien andas buscando desde hace tiempo con tus amenazas y tus proclamas, el matador de Layo, ese hombre está aquí, en Tebas.”
Tiresias: “Y ahora, ve, entra a tu palacio y reflexiona sobre lo que acabas de oír.”

Como sabemos, la trama se completa con la revelación final: Edipo, en tanto mandatario de Tebas, investiga el crimen de Layo, pero todas las pistas conducen a su propia involucración en los hechos.
Análogamente, Tahís, la fiscal paciente de Carlo, en su condición de procuradora del Estado, debe dirigir la indagación para decidir en el caso de cambio de identidad de género. Como Edipo, cree que su investigación es neutral y objetiva, pero la sesión con su analista le revela hasta qué punto está ella misma concernida, a partir de su historia, en la situación que trata en los tribunales.

De este modo, la intervención del psicoanalista con la fiscal le permite a ella descubrirse en la trama oculta de la situación. Para los espectadores se resignifican los pasajes del Edipo Rey "están abiertos tus ojos, pero no logras ver quién eres" y "vete Edipo, piensa en todo eso". Las advertencias de Tiresias alcanzan ahora a la fiscal, que advierte que la decisión de no respaldar el pedido de Renato no se debe en realidad a los argumentos que ella esgrimió ante el juez, sino que se relacionan con su propia historia.

Su enojo para con Renato, el demandante ante los tribunales, es en verdad un enojo hacia su propio padre. Enojo que, como Edipo, está dirigido a un objeto equivocado, cuando tratando de escapar de su profecía, terminó cumpliéndola. Se emparentan así la trama del episodio con la tragedia que se representa en escena: el intento de evitar la verdad buscando al asesino de Layo, termina ubicándolo a él como responsable del crimen.

A la manera de la play scene en Hamlet, la representación teatral al interior del drama tiene la función de develar la trama oculta del episodio, precipitando los acontecimientos. Calligaris nos ofrece así, en la filigrana de su texto, una perla estética y analítica.


[1El film Inception puede considerarse en sí mismo un homenaje a M.C.Escher, homenaje que se hace explícito en la escena en la que Nolan anima, con efectos especiales, la conocida obra "Escaleras bajando, escaleras subiendo". La litografía que reproducimos en este comentario se titula "Galería de grabados" (1956) y es una de las obras de las que Escher estaba más orgulloso. Es un juego a modo de ciclo con las perspectivas y las ampliaciones. Un hombre está mirando un cuadro. La imagen comienza a ampliarse y deformarse, pero manteniendo cierta coherencia visual que permite seguirla paso a paso. El cuadro se transforma en los edificios del puerto de una ciudad costera -el puerto de Senglea, en Malta- uno de los cuales resulta ser una galería de grabados donde vuelve a aparecer el protagonista. Se puede calcular que la imagen original queda ampliada 256 veces. La obra ilustra de manera subyugante esta continuidad entre lo exterior-interior, como puede verse en la siguiente animación: https://www.youtube.com/watch?v=9WHdyG9mJaI

[2Contardo Calligaris es además un reconocido intelectual y escritor –de hecho Carlo Antonini está inspirado en el personaje de sus novelas. Que un psicoanalista haya creado una serie televisiva de esta magnitud artística no debe sorprender. También la versión argentina de En Terapia fue dirigida por Alejandro Maci, hijo de un matrimonio de analistas y su actor protagónico, Diego Peretti, es él mismo médico psiquiatra. Historias de diván, por su parte, tuvo como co-guionista al propio Gabriel Rolón, autor de la novela original y conocido psicoanalista. El análisis de las diferencias estéticas y ético-clínicas entre estas producciones arroja nueva luz sobre la dimensión del acto creador, que se despliega en un horizonte que excede siempre el cálculo de sus realizadores.

[3La expresión francesa mise en abime, cuya traducción literal es «puesta en abismo», es una figura retórica tomada de un motivo de la heráldica que designa un dibujo en el centro del escudo de armas que reproduce, en menor escala, los contornos exactos de ese mismo escudo. La expresión se utiliza para referirse a una obra que se muestra en el interior de otra, que habla de ella, cuando los dos sistemas significantes son idénticos: relato dentro del relato, pintura representada en una pintura. (Nota de la traductora al español de El Otro que no existe y sus comités de ética, de Eric Laurent y Jacques-Alain Miller). Un ejemplo es justamente la obra "Galería de grabados", de Escher, que ilustra este artículo y cuyo tratamiento detallado se puede ver en la nota (1), más arriba.



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