Volumen 7
Número 2 Abril 2012 - Agosto 2012 Publicación: 21 Marzo 2012 Ética y Música
[pp. 7-8] Articulaciones entre ética y música
La otra llamada del río
¿Cuál es la relación entre ética y música? Ya Aristóteles había anticipado en su “Política” la función purificadora de los coros trágicos, que radicaba justamente en permitir una transformación a través de la mímesis sensible del cuerpo que vibra.
Una pequeña historia permite ahondar en esta dimensión ética del acto musical.
El Quinteto Tiempo es una de las agrupaciones vocales más brillantes y comprometidas de la música popular latino-americana. Creado en 1972, se ha sostenido durante más de tres décadas brindando su arte en escenarios tan variados como los estudios de radio y televisión, los patios de escuelas, las asambleas o los festivales solidarios.
Durante las décadas del 70 y del 80, el terror de Estado signó la existencia de muchos pueblos centroamericanos, entre ellos los de Guatemala y El Salvador. En aquellos años, circulaba cierto saber, nunca oficializado, acerca del destino final de los cuerpos de quienes desaparecían: el río Gavilán, de Guatemala. El efecto siniestro se resumía en la frase “el río te llama”, que adquiría así un claro sentido de amenaza paralizante.
A mediados de los años setenta, el Quinteto Tiempo viaja por primera vez a Centroamérica. Invitados por los Jesuitas, realizan una amplia gira, tocando en sindicatos, plazas públicas y ferias regionales. En su repertorio figuraba una canción de Julio Lacarra, “El río está llamando”, cuyos versos otorgan al río un sentido peculiar: “Dame tu ternura en estos días / que la calma huele a tempestades / Si la lucha es larga / el río está llamando”. Alejada de toda connotación siniestra, la canción se popularizó como una esperanzada convocatoria a resistir cualquier forma de opresión.
El Quinteto Tiempo en la Plaza Central de Guatemala, Junio de 1976
Diez años más tarde, en una de las páginas más trágicas de nuestra historia, el ejército salvadoreño asesina brutalmente a un grupo de jesuitas en los jardines de la Universidad Centroamericana. Entre ellos, nuestro recordado Ignacio Martín Baró. Los cuerpos son velados en la sede misma de la universidad y trasladados luego al cementerio en una larga caravana. Durante el trayecto, los numerosos asistentes comienzan a corear, de manera espontánea, “El río está llamando”.
Así, a través de la canción, un pueblo recuperó su río. La memoria de los jesuitas asesinados fue creciendo en el tiempo y a quince años de aquella tragedia, el Quinteto Tiempo volverá a cantar en Guatemala y en El Salvador. La llamada siniestra ha devenido acto creador.
Julio de 2004
El río está llamando
Julio Lacarra
¿Por qué me preguntas compañera
dónde fui con mi sangre, si lo sabes?
Es que el río llamaba
Una sola esperanza
Nos decía: adelante
Adelante
Fue por vos mujer, por nuestros sueños,
Que cargué en mi pecho el estandarte
Es que el río llamaba
Una sola esperanza
Nos decía: adelante
Adelante
Pero ellos triunfaron
Sin pena ni gloria
El sable silencia y huye a las sombras
Del río coral que inundó las calles
Y gloria cantaban
Diciendo adelante
Adelante
Dame tu ternura en este día
Que la calma huele a tempestades
Y la lucha es larga
El río esta llamando
Y nos dice adelante
Adelante