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Volumen 8 | Número 2
Abril 2013 | Abril 2013 - Agosto 2013
Fecha de publicación: 1 Abril 2013
La Bioética antes del nazismo.
Fritz Jahr: Ensayos 1924-1933

ISSN 1553-5053


Resumen

En este primer artículo de las raíces de la Bioética, publicado en 1926, Fritz Jahr toma referencias científicas y artísticas de la época para postular el paso de una Bio-psiquis a una Bio-ética, a través de la adquisición de una obligación ética no sólo con los seres humanos sino con todos los seres vivos.

Entre las referencias literarias y musicales, incluye un cuento de Hans Christian Andersen, y a las óperas Parsifal y Los Maestros Cantores de Nüremberg, de Wagner.

Para analizar las obligaciones del ser humano hacia todos los seres vivos, es decir, el accionar bioético [Bioetische beziehungen] que incluye a los animales y las plantas, toma antecedentes fundamentales como Herder, en la consideración de las "necesidades", y a Krause, en relación a los "propósitos", a fines de proponer un imperativo bio-ético: “¡Ante todo, cuida a cada ser vivo como un fin en sí mismo y trátalo como tal en la medida de tus posibilidades!”.

[Abstract por Irene Cambra Badii]

[pp. 12-17]

La ciencia de la vida y la enseñanza moral. Viejos descubrimientos bajo una nueva luz [1926]

Die Wissenschaft vom Leben und Sittenlehre
Fritz Jahr

Traducción directa del alemán por Águeda Dono y Michael Fisher

Con revisión técnica y notas de Natacha Salomé Lima e Irene Cambra Badii

La ciencia de la vida moderna es la biología, la cual no solamente se ocupa de la botánica y de la zoología, sino que también establece relaciones con la antropología. Esta relación encuentra a su vez una utilidad práctica en el campo de la medicina. Ejemplos de ello son las experiencias con animales, el análisis de sangre y la experimentación con suero, así como también el trasplante de gónadas de los simios a los humanos tal como fue llevado a cabo por E. Steinach [1], atrayendo así nuestro interés.

La nueva Psicología, que se construye sobre cimientos de la fisiología experimental, no es ya un área de trabajo limitada al estudio del ser humano. Ella trabaja ahora con los mismos métodos que se utilizan en el área de la investigación animal, y al existir un correlato anatómico-zootómico se pueden extraer por lo tanto valiosas comparaciones entre el alma humana y el carácter animal [2]
 [3]. Se hacen evidentes, incluso, los rudimentos de una Psicología de las Plantas cuyos representantes más conocidos son G. Th. Fechner [4] [5] en el pasado, R. H. Francé [6] [7] y Ad. Wagner en el presente –de manera tal que la Psicología moderna incluye a todos los seres vivos en sus investigaciones. Bajo estas circunstancias resulta lógico que E. Eisler hable de una bio-psiquis abarcativa.

De la Bio-psiquis a la Bio-ética hay un solo paso. Se trata de adquirir una obligación ética no sólo con los seres humanos sino con todos los seres vivos. De hecho, la Bioética no es en modo alguno un descubrimiento del presente. Ya el teólogo Schleiermacher [8] [9] consideró inapropiado que la vida y la organización tal cual existen también en los animales y en las plantas, sean destruidas si no se verifica un propósito razonable que motive tal destrucción. Asimismo antes que él, el poeta Herder [10] [11] esperaba del hombre que éste siga el ejemplo de Dios, quien puede ponerse en el lugar de cada criatura y sentir con ésta en la medida que ella lo necesita. Lo mismo exigía el filósofo Krause [12] [13], contemporáneo de Schleiermacher: cuidar a cada ser vivo como tal y no destruirlo sin motivo pues todos ellos, plantas y animales, como así también el ser humano, tendrían derechos análogos; desde luego no los mismos sino cada uno los suyos propios.

Con respecto al animal, su reivindicación ética se ha tornado un principio habitual, por lo menos en lo atinente a evitar producirles daño. [14]. En el pasado, un ejemplo particularmente atractivo es el de San Francisco de Asís, a quien recordamos este año por su gran amor y dedicación hacia las plantas y animales [15].

Respecto de las plantas, existe una cuestión interesante: que tengamos ciertas obligaciones hacia las plantas puede parecer en principio algo ilógico. Sin embargo, ya el apóstol Pablo se manifiesta poéticamente acerca de la esperanza de salvación de todas las criaturas, incluyendo también animales y plantas, haciendo que nos compadezcamos de todos ellos [16] [17]. Como contraparte, tenemos la transfigurada y expresiva realización del tercer acto del Parsifal de Richard Wagner. Allí, con devota benevolencia, el hombre protege por lo menos en el Viernes Santo tallo y flor, caminando suavemente sobre la rivera del río para no lastimarlos. En este contexto tenemos también el cuento El ángel de Hans Christian Andersen, donde el ángel no solamente se lleva al cielo el alma de un niño fallecido, sino que también recoge todas las flores que lo rodean, entre ellas una pobre flor silvestre seca. El niño, hijo de padres humildes, cuidaba esta flor dentro de un sótano sombrío, ya que ella era su más grande y única alegría. Dios, que en el cielo abraza a todas las flores en su corazón, besa a esta pobre flor disecada, y ella adquiere una voz y canta junto a los ángeles que están flotando junto a Él. Estamos ante uno de los ejemplos más sublimes de poesía colmada de fantasía, presente también en la palabra que Richard Wagner pone en boca de su Hans Sachs: [18]:

“El arte de hacer poesía no es otra cosa que la interpretación de un sueño”.

Así lo reconocemos cuando nos acercamos al pensamiento ético de un filósofo que reflexionó con seriedad acerca de las plantas, como es el caso de E. von. Hartmann, quien [19] [20]
en un escrito sobre el lujo de las flores, comenta acerca de una flor arrancada:

“Ella es un organismo herido de muerte, cuyos colores aún no han sido dañados, una cabeza aún viviente y sonriente que ha sido separada de su tronco. Pero si yo a esta rosa la veo en un vaso de agua o formando parte de un bouquet, no puedo evitar sentir rechazo ya que el ser humano ha terminado con la vida de una flor para que así, paradójicamente, una muerte termine alegrando a la vista. Sólo un alma descorazonada puede dar el sentido de la apariencia de la vida a una muerte innecesaria. Así, cuando veo una obra maestra de la jardinería floral, una cesta con un ramillete de las más preciadas flores, lo encuentro parecido al tocado de una dama en el que mariposas y vaquitas de San Antonio se encuentran atravesadas por un alambre aún se agitan aleteando y pataleando" [21].

Desde esta perspectiva, las exigencias éticas para con las plantas no necesitan de mayores explicaciones. La posibilidad de realización práctica de estas obligaciones éticas hacia todos los seres vivos puede parecer utópica. Sin embargo no hay que perder de vista que las obligaciones hacia un ser vivo se rigen en la práctica según sus “necesidades” (Herder) como también según su “propósito” (Krause). Ahora bien, las necesidades de los animales son mucho menores en número y menos complicadas en contenido que las de los seres humanos. Esto rige, en mayor medida, para las plantas, de modo tal que las obligaciones éticas hacia el animal (no en principio pero sí desde el punto de vista práctico) resultan menores.

Además, aquello que tiene influencia decisiva es el principio de la lucha por la existencia, un principio que también modifica nuestras obligaciones éticas hacia los otros seres humanos. Dentro de estas fronteras existen numerosas posibilidades de accionar bioético [Biotische beziehungen]. Una guía para saber cómo desenvolverse en el área de la ética animal puede encontrarse en los artículos que hablan de la protección de animales en los códigos penales de diferentes culturas. [22].

En lo que refiere a la ética de las plantas, quedamos librados a nuestro sentimiento, sentimiento que durante un paseo al aire libre nos desaconseja golpear las flores con el bastón o de arrancarlas para arrojarlas luego de un breve lapso. Es también éste el sentimiento que nos lleva a rechazar el impulso destructivo de aquéllos que irresponsablemente quiebran árboles jóvenes a lo largo del camino.

Se desprende así una pauta que ordena nuestro accionar a la manera de un imperativo bio-ético: “¡Ante todo, cuida a cada ser vivo como un fin en sí mismo y trátalo como tal en la medida de tus posibilidades!”.

Se abre así la posibilidad de generar nuevas formas de pensamiento en la enseñanza universitaria, no sólo en las materias humanísticas sino también en las ciencias naturales. Esta materia contribuye de este modo con aquellas cuyo propósito es formativo y generador de conciencia. Este hecho reviste una gran importancia en pos de una exigencia moderna de protección de la naturaleza: hoy no necesita ser justificada en términos meramente estéticos la enérgica condena al maltrato de animales, la destrucción de plantas sin sentido, o la contaminación de la naturaleza con residuos, sino que se eleva el cuidado de la naturaleza a una exigencia seria de una enseñanza de la filosofía de las buenas costumbres.


[1Eugen Steinach (1861–1944) fue un fisólogo austriaco líder y pionero en endocrinología. En 1912 condujo experimentos sobre el trasplante de testículos de conejillo de indias macho a una hembra, con la consecuente castración del macho. La secreción de los testículos, ahora conocido como testosterona, resultó en el conejillo de indias hembra el desarrollo de un comportamiento sexual masculino, como el intento de apareamiento con el compañero. Esto condujo a Steinach a teorizar que las secreciones de la glándula eran responsables de la sexualidad (N. del E.).

[2De los nuevos trabajos en Psicología Animal resultan especialmente recomendables: Sommer: Tierpsychologie [Psicología Animal], Leipzig 1925. Alverdes: Tiersoziologie [Sociología Animal], Leipzig 1925. (N. del A.)

[3La psicología animal, de Robert Sommer (1925): Como sostiene el autor, este libro no es una reflexión exhaustiva de la psicología animal, sino más bien un intento de obtener una orientación general sobre el tema. Comenzando con una breve reseña histórica, él procede a considerar las similitudes y diferencias existentes entre los humanos y los animales inferiores. Entre ellas se analiza la postura erecta, así también como las diferencias de la anatomía de las extremidades y se esfuerza por señalar algunos de los resultados de estas diferencias en la vida mental de los seres humanos y los animales. Otras similitudes y diferencias son llevadas a cabo en la discusión de los movimientos expresivos y de los órganos y músculos de los que dependen. A lo largo de la discusión se hace hincapié en el hecho de que en la vida mental como en la vida física las diferencias encontradas son debido a las diferencias en el desarrollo evolutivo. Luego considera las categorías psicológicas tales como: sensaciones, memoria, atención, ideas, instinto, inteligencia, asociación, abstracción, apercepción, y hábito. En cada caso se trata de definir en qué medida se encuentran por debajo del nivel humano y señala, como se mencionó anteriormente, que esta medida esta determinada por el desarrollo evolutivo del animal. En las páginas siguientes se ocupa de las diversas especies de animales y analiza su vida mental. Probablemente la parte más importante del libro es la segunda parte en la que Sommer analiza la patología comparativa de la hidrocefalia interna y la psicopatología comparativa del hombre y del animal. La mayor parte del trabajo experimental mencionado, se extrae de fuentes alemanas. Las últimas diez páginas del libro están dedicadas a una bibliografía sobre psicología animal nuevamente seleccionada casi en su totalidad de fuentes alemanas (N del E., extraída de (PsycINFO Database Record (c) 2012 APA).

[4G. Th. Fechner, Nanna oder das Seelenleben der Pflanzen [Nanna o la vida anímica de las plantas]. Leipzig, 1848 (N. del A.)

[5Fechner Gustav Theodor (1801-1887) Médico y filósofo alemán. Fundador de la psicofísica, y después de la psicología experimental, fue uno de los representantes tardíos de la tradición del romanticismo alemán. Personaje fáustico, tuvo la experiencia personal de su objeto de estudio, atravesando una especie de crisis mística. Su obra ejerció una influencia importante sobre la de Freud. Se creyó elegido de Dios, y estaba persuadido de haber descubierto un principio universal tan fundamental para el universo como el de lsaac Newton (1642-1727). En 1848, le dio el nombre de principio de placer. Después de su curación, cambió su cátedra universitaria de física por la de filosofía, y publicó numerosas obras en las que sostuvo que la tierra es un ser vivo, que la conciencia está difundida en el universo, y que el alma es inmortal. (N. del E.)

[6R. H. Francé, Pflanzenpsychologie als Arbeitshypothese der Pflanzenphysiologie [Psicología de las plantas como hipótesis de trabajo de la fisiología de las plantas], Stuttgart, 1909 (N. del A.)

[7Francé, R. H. (Raoul Heinrich), 1874-1943 (N. del E.)

[8Schleiermacher, Philosophische Sittenlehre [Enseñanza de las buenas costumbres filosóficas]. Kirchmann, 1870. (N. del A.)

[9Friedrich Daniel Ernst Schleiermacher (Breslau, 1768 –1834), teólogo y filósofo alemán. Estudió la filosofía kantiana y fue discípulo de Friedrich von Schlegel, un líder del romanticismo en los círculos literarios de Berlín.
Fue ordenado al ministerio en 1794. Fue clérigo en Berlín donde comenzó su asociación con los círculos de la filosofía romántica (N del E).

[10Herder, Ideen zur Philosophie der Geschichte der Menschheit [Ideas para la Filosofía de la historia de la humanidad]. Riga und Leipzig, 1785. (N. del A.)

[11Johann Gottfried von Herder (1744-1803) fue un filósofo, teólogo y crítico literario alemán cuyos escritos contribuyeron a la aparición del romanticismo alemán. Como instigador del movimiento conocido como Sturm und Drang ["Tormenta e impulso"], la vertiente alemana del Prerromanticismo europeo, inspiró a muchos escritores, entre ellos, y muy especialmente, al joven Goethe (N del E).

[12R. Chr. Fr. Krause, Das System der Rechtsphilosophie [El sistema de la filosofía del derecho]. Röder, Leipzig, 1874. (N. del A.)

[13Karl Christian Friedrich Krause (Eisenberg, 1781 - Múnich, 1832) fue un autor y filósofo alemán. Es principalmente conocido por ser el creador del panenteísmo y por haber contribuido a la formación de una línea ideológica denominada Krausismo que llegó a inspirar la fundación de muchos partidos políticos, sobre todo en los países de habla hispana. La idea por la que es más conocido es la del panenteísmo, término que inventó para eludir las acusaciones de panteísmo que se le hacían a su pensamiento en la Universidad de Gotinga. El panenteísmo consiste en una estructura metafísica que pretende conjugar lainmanencia y la trascendencia de Dios sobre el mundo. En teoría social destaca por defender la autonomía de las distintas esferas de lo humano, como la ciencia y la educación, y fue pionero en reivindicar la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, los derechos de los niños así como los derechos de la naturaleza, esto es, el ecologismo. (N. del A.)

[14La mejor obra en esta área está aún representada por: T. Bregenzer, Tierethik [Ética animal]. Bamberg, 1894. (N. del A.)

[15En 1926, año en que Fritz Jahr escribe su ensayo, se recordaban los 600 años de la muerte de San Francisco de Asís (1181/1182 – 1226). (N. del E.)

[16Apóstol Pablo, Römerbrief (Carta a los Romanos). Cap. 8, 19-22. Ver también F. Martius, quien ya contemporáneamente escribe "Die Unsterblichkeit der Pflanze" [“La inmortalidad de las plantas“], Stuttgart, 1838 (N. del A.).

[17Karl Friedrich Philipp von Martius (n. Erlangen, 17 de abril de 1794 - f. Múnich, 13 de diciembre de 1868) fue médico, naturalista, botánico, antropólogo y uno de los más importantes investigadores alemanes que han estudiado el Brasil y especialmente la región del Amazonas. Hizo grandes aportes para el conocimiento de palmeras e incluso fue violinista (N del E)

[18Uno de los principales personajes de la ópera Los maestros cantores de Núremberg, el poeta-zapatero Hans Sachs, se basa en una auténtica figura histórica: Hans Sachs (1494–1576), el más famoso de los maestros cantores (N. del E).

[19E. v. Hartmann: Die psychologischen Voraussetzungen behandelt W. V. Schnehen [Los requisitos psicológicos manejados por W. V. Schnehen], und die Pflanzenpsychologie [Psicología de las plantas]. Stuttgart 1908. (N. del A.)

[20Karl Robert Eduard von Hartmann (23 de febrero de 1842 – 5 de junio de 1906) fue un filósofo alemán que consideró al inconsciente como una combinación de la metafísica de Hegel y la de Schopenhauer: el inconsciente es a la vez deseo y razón y la base omnipresente de toda existencia. Von Hartman combina de esta forma el panteísmo con el panlogismo de manera similar a lo realizado por Schelling en su filosofía positiva, sin embargo el deseo y no la razón es el aspecto principal del subconsciente, cuyo carácter melancólico está determinado por la primacía del deseo y la servidumbre de la razón. (N. del E.)

[21Ed. v. Hartmann, Der Blumenluxus [El lujo de las flores]. 1885. (N. del A.)

[22El material fue recopilado y discutido por R. v. Hippel, Die Tierquälerei in der Strafgesetzgebung des In- und Auslandes [La crueldad hacia los animales y su penalización dentro y fuera del país]). Berlin, 1891. Sonstige praktische Anweisungen gibte Kyber, Tierschutz und Kultur [Otras instrucciones prácticas de Kyber, protección de animales y cultura], Stuttgart-Heilbronn 1925. (N. del A.)


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