Volumen 18 | Número Especial Enero 2023 Marzo 2023
Publicado: Enero 2023 Pelicónicas Diplomatura UBA
Año 1958, durante la Guerra de Independencia de Argelia contra Francia. Bruno Forestier, un desertor del ejército francés refugiado en Ginebra, acuerda trabajar para una organización antiterrorista en contra del país africano. (FILMAFFINITY)
Le petit soldat
Jean Luc Godard | Francia | 1963
Añazco Ojeda, David Fernando
La partida puede ser una tragedia, más aún cuando las palabras de afecto no han podido ser pronunciadas; como si la navaja gris, nos hubiera cortado la voz, y fuese un cuchillo al fin. ¿Qué nos queda por hacer cuando no ha sido posible revelar con palabras lo que hemos podido decir con besos y la lengua?
Bruno –le petit soldat– en su tediosa labor de agente secreto busca encontrar las palabras negadas casi como un interrogatorio. Verónica padece una suerte de a-dicción, no logra o no puede articular con el lenguaje lo que está diciendo de otras maneras. “¿Qué es más importante, el interior o el exterior?” Ella le responde con un beso en la mejilla. La despedida es inminente: “mañana me voy a Zúrich, voy a coger el avión para Brasil”. Las líneas telefónicas son el modo en que se muestra una distancia ya insalvable; la noticia deja un espacio propicio para que se despliegue el silencio… “Verónica, ¿por qué no dices algo?”, y la a-dicción como una tesis: “no sé qué decir”. Momento de eufheben; Bruno y su proposición: “dime mentiras”; entonces, Verónica responde “no estoy triste de que te vayas…no estoy enamorada de ti…no me iré contigo a Brasil… no te besaré tiernamente”. Se recompone el universo de posibilidades: “no estoy triste de que te vayas” es sobre todo una mentira que revela algo que en palabras no había sido posible: estoy triste que te vayas, estoy enamorada de ti, me encontraré contigo en Brasil, te besaré tiernamente. Así pues, la totalidad del “te quiero” negado se ve superado gracias a un movimiento dialéctico que hace posible algo nuevo: estoy enamorada de ti.