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Volumen 8
Número 2

Abril 2013 - Agosto 2013
Publicación: Abril 2013
La Bioética antes del nazismo.
Fritz Jahr: Ensayos 1924-1933


Resumen

En ‘Zwei ethische Grundprobleme in ihrem Gegensatz und in ihrer Vereinigung im sozialen Leben’ (Dos problemas morales básicos, su contradicción y unificación en la vida social. 1929), Jahr apunta a un tema pocas veces tratado en ética: el conflicto entre egoísmo y altruismo. Consecuente con su Imperativo Bioético de reconocer y cuidar de todas las formas de vida, también reconoce que se debe aceptar la lucha por la supervivencia entre las diversas y complejas formas de organización. Se refiere a las plantas, animales, como así también a biotopos y entornos naturales y sociales, incluyendo las naciones, los negocios, las comunidades y las instituciones –formas de vida todas ellas que compiten entre sí. Para Jahr, tanto el altruismo como el egoísmo son características propias de la condición humana y apela a un uso razonable y pragmático de ambos en una manera compasiva de razonar, de sentir y de actuar. Al proponer considerar a las organizaciones sociales como seres vivos, con una visión y objetivos propios para su existencia y sus logros, busca nuevos métodos para analizar las interrelaciones personales, sociales, profesionales y culturales en los lugares de trabajo, no sólo en los hospitales, sino también en los clubes, organizaciones, vecindarios e iglesias.

[Abstract por Hans Martin Sass]

Abstract English Version

[pp. 41-46]

Egoísmo y altruísmo –dos problemas morales básicos: su contradicción y alianza en la vida social [1929]

Zwei ethische Grundprobleme in ihrem Gegensatz und in ihrer Vereinigung im sozialen Leben
Fritz Jahr

Existen dos temas básicos muy importantes en la ética individual y social: la posición egoísta o egocéntrica, y la posición altruista, también llamada sentido de justicia, compasión, piedad, o amor, etc.

La ética académica filosófica y teológica no siempre utiliza estos términos de modo semejante. Se podría permitir por razones de simplicidad utilizar el término egoísta respecto a egocéntrico como una realidad psicológica, resultado de la cual es la lucha por la vida; y el altruismo, amor, etc. representando una actitud opuesta de sentimiento, deseo y razonamiento, conectados con las respectivas consecuencias prácticas.

I.- Primero hacia la actitud egocéntrica, es decir, el interés en uno mismo. No deberíamos negar que tal actitud es originalmente un impulso intuitivo e instintivo. Sólo en segundo lugar, si acaso lo hubiese, deviene una forma de pensamiento lógico consciente en lo que respecta a una actitud potencialmente justificada de lucha por la vida y los mejores métodos en tal lucha. Ya reconocemos la lucha por la vida entre las plantas, por medio de una gran multiplicación, un aroma o sabor desagradable, pelos urticantes, espinas, etc., utilizados contra animales depredadores. Los animales, por otro lado, saben cómo neutralizar las propiedades auto-defensivas de las plantas. Pero luego, se tienen que defender ellos mismos contra los humanos con una cantidad de trucos heredados, aunque con frecuencia no tienen la oportunidad de hacerlo.

 Los humanos utilizan a las plantas y animales para sus propios objetivos personales. Este es un hecho que no necesita ser demostrado. Y es conocido que algunas plantas agrícolas [Nutzpflanzen] (tales como semillas, cereales y papas) y animales de granja [Nutztiere] (ganado, cabras, cerdo, etc.) deban su gran distribución a los humanos. El último motivo, sin embargo, fue el propio interés y la lucha por la vida del individuo y del Yo colectivo [Ich].

Este tipo de egoísmo es tan grande, que no se detiene sólo en los individuos en tanto clase. Se sabe muy bien que las plantas obtienen alimento y luz unas de otras y que los animales utilizan a otros como alimento. En principio, vemos que lo mismo sucede con los humanos. Esto es particularmente cierto en la vida económica [Wirtschaftsleben], como recientemente ha sido señalado por Naumann. ¿Acaso no es el impulso del hombre de negocios vencer a su enemigo o al menos ser igualmente exitoso; y sus asuntos con sus clientes sirven el mismo propósito? ¡Además, él no sería un hombre de negocios si el propósito fuese el contrario! De manera similar, la economía nacional y la economía mundial no pueden y no se las arreglarán sin hacer un buen uso del conflicto entre diferentes profesiones y diferentes estados. – Aún las intenciones intelectuales, al menos, en tanto sean primariamente profesionales, no son una excepción. ¿Cómo actúa una persona joven (al igual que padres o tutores) cuando tienen que determinar qué trabajo intelectualmente satisfactorio elegir de por vida? – Así se preguntan sobre sus intereses principales y mejores oportunidades para tener una buena carrera, también teniendo en consideración a su familia. Menos frecuentemente, se preguntan con seriedad: “¿Cuál es la mejor manera de servir a la humanidad [Allgemeinheit] con mis atributos y dones?” Ni siquiera Kant pudo afirmar el aspecto utilitario totalmente apartado de su ‘Imperativo Categórico’, como Schopenhauer muestra en detalle en su Sobre los fundamentos de la moral [Über das Fundamente der Moral].

Una vez más, se debe señalar en este contexto, que estas verdades no tienen la intención de ser una crítica despreciativa. La actitud egocéntrica y la lucha por la supervivencia son extremadamente importantes para la creación y el desarrollo de la civilización y la cultura respectiva. Sobre ese aspecto, las consecuencias son el resultado más beneficioso para la comunidad y el individuo, aún si no hubiese sido planificado desde el comienzo.

II - Quien sin embargo sólo valora el egoísmo como Stirner en su libro Der Einzige und sein Eigentum y Nietzsche con su modelo del Superhombre [Herrenmenschentum], más allá del bien y del mal, no reconoce que exista un altruismo que se presenta como un don natural de la vida del alma humana [Seelenleben].

Por lo tanto, la empatía por justicia e imparcialidad, la compasión, solidaridad, el amor o como sea que lo deseemos llamar, primero y principal debe ser reconocido como psicológicamente dado, un hecho, una realidad, valorado como tal. Si no hacemos eso y hasta lo omitimos, entonces suprimiremos y avasallaremos la naturaleza humana. Y si entonces hubiera alguien que sostuviera que todo se basa en la genética y en la educación entonces la siguiente pregunta debe ser respondida: ¿cómo puede ser que el altruismo se herede de manera similar en otro humano con rasgos de carácter humano [Seeleneigenschaft]?’ Y al respecto: ¿Por qué enfocamos la educación de los jóvenes y de la humanidad entera en esta dirección y no en ninguna otra? La respuesta más satisfactoria es que el altruismo es un hecho psicológico del alma humana, empíricamente testeada, en esta dirección y no en ninguna otra. Como consecuencia tenemos que tomar esto en cuenta. ¿Qué es entonces el altruismo? -Es el hecho por el cual mi propio Yo [Ich] se retrae completamente detrás de algo, de alguna otra cosa bajo ciertas condiciones hasta el punto de la auto destrucción y en el cual el egoísmo y sus motivaciones no se presentan para nada. Un ejemplo impresionante es la protección animal, sólo por mera compasión, como lo entienden Schopenhauer y Richard Wagner en el entendimiento de las sociedades protectoras de animales contemporáneas y la legislación sobre la protección animal. – Aquellos que siguen su inclinación altruista, también tienen una satisfacción personal al hacerlo; esto demuestra que también podrían llegar a tener una inclinación egoísta. Por el contrario, quien de manera conjunta con Kant, sólo quiera aceptar la razón; o con Eduard Von Hartmann, la justicia lógica fría, como el sólo motivo correcto para estos, se encuentra también cerca del egoísmo y sacrifica de manera adicional este fenómeno de la vida del alma humana.

Por supuesto, el egoísmo no existe sin aspectos altruistas, y por lo tanto el altruismo no se puede imaginar sin el egoísmo. Un ejemplo: aunque el Cristianismo de manera correcta se puede denominar la religión del amor – un amor desinteresado en el amor propio como cualquier religión de la redención, que se puede definir de la mejor manera con la siguiente frase: ‘Trabaja tu propia salvación’ (Phil. 2:12). También son importantes las palabras de Jesús: ‘Entonces, sea lo que fuese que desees que los hombres te hagan a ti, hazlo tú a ellos’ (Mt 7:12; Luke 6:31), también, ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo’ (Luke 10:27, siguiendo a Lev 19:18). Por lo tanto el egoísmo se acepta como existente, y se supone evidente que todos queremos que sólo provengan cosas buenas por parte de nuestros semejantes y que todos se preocupen por sí mismos. ¿Acaso deseamos arrepentirnos de esto? – Seguramente, no de manera sencilla. ¡¿Cómo sería posible cuidar de otro ser, es decir, en su lucha por sobrevivir, es decir, en su actitud egoísta, para protegerlo y apoyarlo?! La interrelación entre el altruismo y el egoísmo se muestra en la relación del individuo, como parte de una comunidad [Gesamtheit], que quiere organizaciones profesionales y nacionales, partidos políticos, aldeas, ambientes urbanos, etc. Existen sin duda personas que someten toda su existencia a una comunidad [Gesamtheit] aún sacrificándose por ella, y de esta manera se comportan de forma puramente altruista. En lo que respecta a esta comunidad, normalmente se desenvuelve luchando con otras organizaciones o personas, es decir, representa un egoísmo colectivo. Tal egoísmo colectivo funciona bien para los miembros individuales de tal comunidad en cuestión, y el altruismo está en relación con ella también. Si se comprende el efecto positivo de una organización determinada (tiene que ser de esta manera, de lo contrario la organización en cuestión sería inútil), entonces el apoyo de la comunidad jugará un rol importante para el individuo también (F. Paulsen en su Ética, ha desarrollado este y otros temas con más detalle).

En lo que respecta a la evaluación de estos dos hechos psicológicos y éticos, según se ha discutido arriba, debemos mencionar lo siguiente: Sólo el escepticismo ético respalda de actitudes egocéntricas, pero éstas son pocas excepciones. Es mucho mayor el número de quienes inconscientemente hacen que su propio ser sea el centro de su interés. Que esta actitud sea inevitable y no necesariamente deba ser criticada ha sido demostrado arriba. Sin embargo, es obvio que existe una exageración del egoísmo asociada con poner en riesgo el sistema de creencias. Como consecuencia es comprensible que el altruismo tenga un mayor reconocimiento público. Aún aquellos que llaman al amor ‘sentimentalismo’, de manera cotidiana se abstienen de admitir sus defectos psicológicos (y eso es lo que deberían hacer en verdad).

Sin embargo, la mayoría de la gente posee una voluntad y confianza firmes en ser “justos, “buenos” y “altruistas” dependiendo de su predisposición [Veranlagung]. La gran estima emocional, más o menos inconsciente, por el altruismo por encima del egoísmo, se puede identificar haciendo referencia a los testigos de la historia de las ideas [Zeit – und Geistperioden], siendo finalmente, el primero el ideal a realizar a pesar del egoísmo. Ya el viejo profeta judío Isaías se refería a un reino futuro de paz, donde la lucha por la supervivencia entre los animales y entre los animales y el hombre llegaría a su fin (Jes 11:6-9). De manera similar Jesús predicaba sobre la llegada del reino de Dios, lo que también significa el reino del amor. Sólo se llega a comprender cuando Pablo, en la primera carta a los Corintios, capítulo 13, atribuye al amor un nivel superior que el de la fé y la esperanza (versículo 13) y le atribuye existencia eterna (versículo 8). Recientemente, Kant, al postular una demostración moral de la existencia de Dios [Gottesbeweis], demostró que él también tenía el ideal de una ley exclusiva del bien en el futuro. Se debe mencionar también la idea favorita del socialismo sobre el Estado del Futuro; esta es una idea que sin duda contiene un testimonio del idealismo y del optimismo ético.

¿Cuáles son ahora las consecuencias más importantes de la ética social?

1.- El egoísmo y el altruismo no son necesariamente adversarios éticos incompatibles.

2.- La mentalidad egoísta como fenómeno natural, por lo tanto, es también un derecho humano básico. Si tal derecho se usa razonablemente (un estilo de vida natural y saludable, especialmente en lo que respecta a la nutrición, vestimenta, condiciones de vida y laborales, también con un pago regulado y suficiente, sin olvidar tampoco la lucha por la supervivencia, que puede estar ampliamente regulada con justicia y equidad), entonces funcionará de manera solidaria en grandes círculos y será – al menos en sus consecuencias – altruista.

3.- El hecho psicológico de la actitud egoísta tampoco se puede dejar de lado; debe ser reconocido. Es más fácil cumplir con este requerimiento ya que si se lo observa, no siempre resulta en un daño personal. Por ejemplo, lo que se invierte en bienestar social y en apoyar y mejorar la competitividad nacional [Volksfraft], vuelve con un ingreso con intereses, ya que el estado y la economía tienen el mayor interés en tener funcionarios públicos confiables, buenos colaboradores, consumidores financieramente pudientes, un buen desarrollo de la juventud, y en general el bienestar de toda la nación.

4.- En la actualidad, por desgracia, el egoísmo se encuentra exacerbado con bastante frecuencia; hecho que no ocurre con el altruismo. Por lo tanto, debemos tener el mayor de los cuidados posibles cuando creemos en el ideal del amor, y para verlo de manera optimista en su futura realización; por ejemplo, en las palabras confiables del ‘Fausto’ de Goethe: ‘Quien quiera que luche lo suficiente tendrá la oportunidad de redimirse’, de redimirse también de un egoísmo exagerado. Teniendo en cuenta este ideal, por supuesto, nunca será sin consecuencias prácticas. Podemos mencionar todas las actividades de asistencia social, en particular el apoyo de los económicamente débiles (es decir, el cuidado de los viejos y frágiles; y una vez más la protección de los animales), sin tener en cuenta si tendremos recompensa o no. Las iglesias Cristianas, por el contrario, dan referencia suficiente para trabajar al servicio del amor.



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