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Volumen 17
Número 1
Abril 2021 - Agosto 2021
Publicado: Mayo 2021
Series y desfondamiento


Resumen

El siguiente trabajo explora el Lazo social en el Autismo a partir de los protagonistas de Series y Películas. Se intenta mostrar cómo los personajes van construyendo el vínculo con el Otro a partir de recursos propios haciendo un uso singular de Lalengua (“lalangue”). Se trata, en efecto, de abordar el funcionamiento subjetivo singular donde se queda enganchado al Uno del goce de lalengua, lengua privada que no busca comunicar sino gozar. Así se explica la dificultad para abrirse al Otro y para salirse del Uno, es decir, su debilidad para hacer Lazo social. Bajo esta concepción, el Lenguaje se presenta como una elucubración del trauma de lalengua, de ahí que puede hacerse de recursos simbólicos que se soportan, en algunos casos, en los Objetos que pueden tomar del Otro, siendo estos mismos los que le ofrecen la posibilidad de soportar lo angustiante de la realidad.

Palabras clave: Autismo | Otro-Lalengua | Lazo | Objeto autista

Abstract English version

Atypical / The Good Doctor

Cine, series y autismo

Un interrogante sobre el lazo social
Nicoás M. Romero

Universidad de Buenos Aires

El siguiente trabajo se propone un análisis del tema “El Lazo Social en el Autismo” para articularlo con mi Proyecto de investigación de Tesis: "La Determinación en el Autismo: Sobredeterminación y relación con el traumatismo de lalengua”. Se buscará abordar esto a partir de distintos interrogantes que surgen a partir de una selección de Películas y Series sobre el tema de exploración teórica. La intención es demostrar cómo el Lazo social está condicionado por la Determinación del Sujeto Autista.

Para comenzar, la pregunta que me parece pertinente plantear es: ¿Qué nos puede ofrecer el Cine para aprender sobre la forma de hacer Lazo en el Autismo? El interrogante intenta transitar (y en el mejor de los casos ofrecer una respuesta) sobre qué nos pueden enseñar los Autistas acerca de su particular forma de hacer Lazo Social. Vale aclarar que para el desarrollo del siguiente trabajo no entraré en especificaciones diagnósticas sobre los “subtipos” (que estarán dentro del Autismo y el Trastorno de Asperger), ya que me posiciono en la Clínica Psicoanalítica que los agrupa como “Autismos” (por la gran variedad de presentación). Para esto, intentaré mostrar ejemplos de soluciones singulares de cada personaje para armar el Lazo Social. Estos ejemplos también permiten conocer “el sentimiento autista de la vida” (de acuerdo a la expresión de Eric Laurent), mostrando que desde su funcionamiento subjetivo singular buscan encontrar respuestas para vincularse, que siempre son únicas y diferentes dentro del contexto en que se relacionan.

Partiré como punto de inicio sobre las vicisitudes que nos muestra el protagonista de la serie “Atypical”, Keir Gilchrist, quien desarrolla su papel como Sam Gardner. Este personaje, al acercarse hacia el final del secundario (recordemos que es un adolescente de 18 años), se debe enfrentar a experiencias relacionadas a cambios vitales y vivenciales, lo que deriva en modificaciones en su seno familiar. Esto lo empuja a tener que desarrollar nuevas “habilidades” para vincularse con los demás y no quedar por fuera de relaciones o experiencias propias de su entorno social y etario. Un ejemplo lo podemos observar cuando, para poder vincularse con un nuevo grupo en el ámbito académico [1], Sam se compara con un pingüino por su “esencia” y ubica a la universidad como si fuese la “Antártida”. Esta identificación sobre su tema de interés “predilecto” (desde la infancia construyó un saber que tiene que ver con los animales que viven en hábitats fríos y con glaciares, siendo éste un lugar silencioso y lejano) le permite “ordenarse” simbólicamente la realidad en su registro imaginario, evitar que se resquebraje y poder sostenerse, de ese modo, ante los otros, participando así de relaciones sociales más estables con sus compañeros y docentes. Recordemos que esta Realidad se construye con un Otro a través de un derrotero nada simple, pero en el caso del Autismo, ese Otro se debe “re-construir”, por eso Rosine y Robert Lefort apostarán al “Nacimiento del Otro”.

Partimos de que Freud desarrolló una Constitución del Sujeto donde el Yo no está dado de entrada, sino que, al igual que el cuerpo y la realidad, se tiene que “construir”. Es que el sujeto padece la lengua que le tocó y el lenguaje (que se soporta en las primeras trazas dejadas por el lenguaje materno) viene a operar como una estructura de ficción que permite metabolizar el goce que lalengua conlleva (ya que introduce en el viviente una desorganización del mismo), dejando un resto imposible de tramitar. Por eso Lacan dirá en el Seminario 20 que “el inconsciente estructurado como un lenguaje” implica un cierto saber hacer con el trauma de lalengua. Esto se demuestra en que es por su incidencia en el cuerpo que hay desorganización del goce. Lo podemos encontrar en Sam cuando se tiene que enfrentar a situaciones que lo “des-bordan”, como en la frustración amorosa con su terapeuta [2]. En esa escena vemos que no encuentra recursos simbólicos (deja de ser efectiva la repetición “Adelaida, barbijo, emperador, Juanito” que aprendió de su madre y que utilizaba a modo de protección y aislamiento) como operación del lenguaje para saber hacer con la angustia. Sam, entonces, sale del consultorio de su terapeuta y, al subir al colectivo, sumado al aumento de la hipersensibilidad a los sonidos e imágenes, presenta una crisis y pérdida del control de las emociones, manifestando autoagresiones (se golpea contra la ventana del colectivo) y luego, cuando el Otro se le hace insostenible, termina en posición fetal, muestra de la instauración de la defensa fundamental de su cuadro, que es el aislamiento rotundo, perdiendo toda posibilidad de comunicación con los otros y de lazo con la realidad. Pero, por lo general, Sam puede establecer un saber sobre cómo establecer relaciones sociales, sexuales y amorosas, entre otras, a partir de la información que obtiene de la forma de vida de los pingüinos. Muchas veces nota la impotencia de su saber para vivir en el mundo del Otro, como cuando no sabe por qué tiene que mentir, por qué debe esconder las cosas que piensa, o porqué debe dar tantos “rodeos” para poder llegar al acto sexual con una chica. Cuando enfrenta una frustración que se le vuelve intolerable, y se suman las invasivas miradas y voces del Otro (presencia de los objetos mirada y voz, que se hacen presentes al haber ausencia de la extracción del objeto a), lo que le produce es una gran angustia y estado de excitación nervioso por la cual debe acudir a las herramientas que construyó y que le sirven como defensa ante esta situación (además de la nombrada líneas arriba, cuando el Otro se vuelve demasiado invasivo e insoportable, recurre al aislamiento con el uso de auriculares para no escuchar sonidos del exterior).

Desde el Psicoanálisis sabemos que el lenguaje posibilita el desciframiento, ya que está la articulación entre significantes (S1 y S2), siendo el sujeto dividido el producto de esa bisagra, de ahí la obtención del sentido. En cambio en lalengua está el goce, goce como primera marca del cuerpo, cuyo funcionamiento produce satisfacción. Ahora bien, en el Autismo este desarrollo no se presenta del modo descripto (que se encuentra del lado de la Neurosis principalmente –sin entrar en criterios nosológicos diferenciales específicos–), lo que determina consecuencias en la constitución del Lazo con la realidad. Tenemos que hay un tiempo de lalengua en que el significante moviliza afectos en el cuerpo causando un efecto de dispersión, distorsión y fragmentación. Este momento en el cual el lenguaje se le impone al sujeto es denominado por Lacan, como se señaló, “Lalangue” (Lalengua). Lo define como el primer momento de entrada en el lenguaje, lengua materna y privada cuya función es constitutiva y no comunicativa. Es así que tenemos un primer tiempo donde Freud ubica el autoerotismo, con su fragmentación como descripción del cuerpo sin libidinizar. Sería un tiempo cero mítico. Aquí podemos ubicar lalengua del cuerpo fragmentado ante el Otro (también fragmentado). Es que aun no está constituido el Otro como tal y los significantes están sueltos (y los tres registros –Imaginario, Simbólico y Real– que sostienen la realidad humana también). Y hay un tiempo de la estructura del lenguaje –que podemos nombrar como uno– en que los significantes se organizan y articulan en cadenas, que es el punto donde lo simbólico toma “cuerpo” causando un efecto de límite y pacificación de lo pulsional. En este momento se encuentra el niño como objeto del fantasma materno, siendo un sujeto hablado por el Otro. En el caso del Autismo encontramos un “detenimiento” en el tiempo cero descripto líneas arriba, con las consecuencias de la deficitaria o nula estructuración subjetiva. Aquí no hay armado de un cuerpo pulsional y tampoco hay entrada en el significante, quedando en el borde de la alienación.

Maleval sostiene, al respecto, que hay rechazo de la alienación significante (a diferencia de las operaciones esperables en el sujeto donde se presenta la alineación y la separación). De este modo, se configura un cuerpo condensador de goce para Otro cuerpo. Asimismo, permanece como objeto de lo real, presentando fenómenos de “regresión masiva” (por eso se puede llegar a observar una inhibición generalizada). Aquí no hay Otro constituido, como así tampoco hay posibilidad de existencia de la metáfora paterna, ya que el sujeto no ingresó siquiera como falo del fantasma materno. De esta manera, queda por fuera del sentido, aunque participa del lenguaje. La manera de Lacan de enfatizar esto es nombrarlos como “personajes más bien verbosos” [3] a los autistas. Es así que se puede llegar a observar fenómenos elementales y uso de palabras sin sentido, en su vacío de significación. El goce, al no poder ubicarse en la palabra, queda sobre los bordes, como sostiene Eric Laurent. Estos fenómenos se dan a ver, por ejemplo, en el taparse los oídos, emitir gritos intempestivos, etc., situaciones que nos presentan las personas con Autismo, como en el caso de Sam descripto líneas arriba.

Estos son, apenas, breves esbozos que permiten diferenciar y particularizar el lugar de la Construcción del Sujeto en el Autismo, por lo que Colette Soler manifiesta, con relación a la libidinización del cuerpo, que el mismo es una enfermedad de la libido. [4] Si la regulación de goce no se opera, el goce queda positivamente inscripto en el cuerpo. Así, el armado del circuito pulsional en el Autismo no se articula al Otro. Esta falla en la alienación genera la imposibilidad de constituir el armado pulsional. Será un cuerpo sin pulsión (donde el grito no puede devenir en llamado). Por eso la perturbación del cuerpo en el autismo es solidaria de la perturbación de la relación con el Otro y la palabra. Este Otro no aparece barrado, sino que es un Otro real donde no opera el par significante presencia-ausencia que permite el acceso a él en términos de simbolización. Entonces, en estos sujetos encontramos que no hay extracción del objeto a, no hay anudamiento entre Real, simbólico e imaginario, no hay constitución del narcisismo y no hay, como se dijo, un Otro constituido. Si lalengua mortifica el cuerpo y lo fragmenta, mientras que el lenguaje permite que los significantes se articulen y armen redes, podemos inferir que este lenguaje como aparato de goce que pacifica la relación con el cuerpo está rechazado en el Autismo, “rechazo del goce del sentido, exclusión del sentido por una orientación de lo real. Es por ello que nos topamos con los efectos devastadores de lalengua” [5], ya que no se encuentran los modos de regulación propios del acotamiento de goce por la vía simbólica.

Es así que vemos que cada cosa que sucede en su vida, Sam lo intenta tramitar desde otro orden simbólico, a través de un saber de la naturaleza y lo biológico, tal como lo hacen los animales. El desentendimiento con el lenguaje del Otro y sus comportamientos se le presenta muchas veces como un enigma, al que Sam logra enfrentar a través de la comparación con las reglas de la naturaleza que siguen los pingüinos (ya que allí el azar no se pone en juego). También para poder sostenerse ante el Otro es que sigue rituales rígidamente instaurados, que cuentan con una justificación propia para sostener su mundo. Cuando algo no sigue esa regla, por ejemplo un hecho festivo que no responde a necesidades “primarias”, como el cumpleaños de su hermana Casey Gardner (Brigette Lundy-Paine), es que queda interrogado ante lo enigmático del Otro, a veces sin poder armarse una respuesta al respecto. Es que al protagonista le llama la atención ciertos rituales y los compara con el mundo animal de la siguiente manera:

En la naturaleza hay muchos rituales que no se cuestionan jamás como la razón de por qué un pavo real extiende las plumas de su cola o por qué un gorila golpea su pecho. Solo son necesarios para aparearse o sobrevivir. Pero los humanos tienen muchos rituales innecesarios que no tienen nada que ver con aparearse ni sobrevivir [6].

Es notable aquí cómo las personas del entorno inmediato a Sam –familiares, amigos, novia, etc– intentan ayudarlo a construir Lazos Sociales a partir de su “caparazón” (cómo lo conceptualiza Eric Laurent), o sea, de su saber sobre los animales, y no intentan quitárselo, lo que le permite ir armando un saber hacer, acomodando, siempre parcialmente, el saber que tiene sobre el comportamiento animal a la organización del discurso del Otro y poder así sostenerse ante esos eventos que lo desconciertan. Esto es fundamental, como sostiene Yankeleich:

El hecho de que niños autistas pequeños, en los que no había los signos que ahora conocemos de deficiencias en la construcción del cerebro a causa de la no activación de ciertos homeogenes –que les da una morfología especial al rostro y al cerebro–, hayan podido hablar muy rápido, sin ninguna carencia en las estructuras sintácticas y en la construcción semántica de las frases, muestra que la aptitud de la especie al lenguaje y congénita a cada uno, no se basta a sí misma, y necesita otras articulaciones que las que están presentes en el lenguaje y en el cuerpo [7].

Estas articulaciones son las que podrá proveer la madre y su entorno en el mejor de los casos, posibilitando al Autista acomodarse a un mundo donde pueda hacer Lazo con los otros. Es de este modo que puede hacerse de recursos simbólicos para armar algo con el lenguaje que le permita un saber-hacer con lalengua, como en el caso de Sam, donde su interés por los pingüinos le permitió armar diversos vínculos: en la escuela, en el trabajo, con su novia, con su amigo Zahid –Nik Dodani– (que le presenta un saber acerca de la sexualidad, de la amistad, del lugar de la mentira, etc., como elementos simbólicos para armar un mundo que acompañe y amplíe a la “Antartida” pero desde lo que le falta). De este modo, notamos que identificándose al pingüino, Sam puede relacionarse con los otros y tomar parámetros vinculares a partir de ese animal: tiene su grupo de pertenencia específico (pares) y se refugia (aislándose del resto) cuando es necesario por las “inclemencias” ambientales. Esto funciona para Sam como elemento simbólico ordenador ante la ausencia de una Metáfora Paterna que no se instaura en el caso del Autismo. Este elemento simbólico le ayuda a ordenar la frágil y cambiante realidad que se le presenta junto a los otros aunque no haga una interpretación dialéctica de esa alegoría, siendo su uso social lo que decanta como funcional aquí.

Podemos notar que los pacientes suelen hacer eso, el Otro (familiar, amigo, Analista, entre otros) le puede hacer una interpretación metafórica de lo que el paciente presenta en su discurso, pero a diferencia de un neurótico que –en el mejor de los casos– toma la enunciación metafórica para abrir el campo del deseo e interrogarse por su posición, al Autista le sirve su enunciado literal para ubicarse ante los otros, de modo de poder sostener y tolerar una realidad que muchas veces se “desmorona” rápidamente (de ahí las conductas que observamos en los pacientes: berrinches, rocking, rabietas, etc).

Esto es algo que el cine con sus personajes nos muestra de modo claro, siendo la película “After Thomas” muy elocuente, donde entre otras cosas, nos muestra cómo el protagonista Kyle Graham (Andrew Byrne) se deja tomar por el lenguaje a partir de poder lidiar ante la angustia con recursos simbólicos específicos y así presentar menos crisis y “berrinches”. No trabajaré en extensión este tema, pero Eduardo Laso sostiene que el Cine

Se inscribe así –como cualquier arte que se precie de tal– como pasador de lo real al campo de la imagen para que algo pueda ser leído en lo simbólico. Con la ventaja de que al dirigir la atención hacia los detalles de un rostro o de un objeto, logra expresar conflictos, sentimientos y pensamientos en el tiempo mismo de su ocurrencia” . [8]

Podemos encontrar en esta película cómo el Director busca articular esto a partir de las escenas que representa Kyle y la desazón que produce en sus padres. Es a partir de hallar un objeto para ubicarlo en el borde de su goce que puede empezar a trabajar algo de lalengua y “apaciguar” un poco el estado de angustia que lo invade. Cuestión que se evidencia en la clínica, donde encontramos que el paciente no elige por azar un interés o actividad, si no que lo obtiene del Otro del Lenguaje, siendo en el caso de Sam los pingüinos y en el Kyle los trenes. Entonces, si el Autista puede salir de su aislamiento y ubicarse ante este Otro del lenguaje, quizás pueda obtener alguna herramienta para armar algo alrededor de un interés (obviamente, con sus diferencias a partir de los “niveles” o capacidades desarrolladas), lo que podría servirle de lazo social.

En el caso de Temple Grandin (cuya película autobiográfica es protagonizada por Claire Danes) podemos ver que su interés por los animales, particularmente las vacas, se genera a partir de las visitas a la granja de sus tíos, donde era llevada por su madre. Es a partir de observar el tratamiento con esos animales para que sufran menos que puede inventar la “máquina de dar abrazos”. Recordemos que se trata de un dispositivo para calmar a personas que sufren de sobreestimulación y ansiedad ante el abrazo de otros, como es común entre las personas con Autismo. Este objeto que construyó le permitió a Temple poder sostener lazos sociales favorables para poder transitar su carrera universitaria y tolerar las relaciones con los demás, llegando a proponer una nueva forma de tratamiento con los animales en la industria ganadera. Estos diferentes objetos citados (son materiales del lenguaje: puede ser algo concreto como los trenes o la máquina del abrazo, o conceptos como el pingüino) son un tratamiento subjetivo de lo Imaginario que les permiten sostener los Lazos Sociales y que cumplen con el objetivo de mantenerles una realidad más estable de modo de evitar así la irrupción de la angustia.

Otra referencia importante del séptimo arte sobre el tema es el protagónico de Sean Penn en su célebre película “Yo soy Sam”. Esta película narra, al compás de la música de los Beatles, las dificultades que tiene que atravesar el protagonista junto a su hija cuando, a partir de los 7 años, Lucy (que refiere al nombre de una canción de Los Beatles) empieza a tener más capacidad mental que su padre. El Otro representado en la Trabajadora Social, la escuela, etc., se cuestiona la capacidad de Sam Dawson para educar a su hija, por lo que se enfrenta con un juicio que cuestiona la responsabilidad y capacidad de su rol. Es en estas circunstancias que podemos ver la capacidad vincular del protagonista y el impacto que genera en el otro, cuando la prestigiosa abogada, Rita Harrison (Michelle Pfeiffer), luego de mucha insistencia y sin poder notar el rechazo que ésta al inicio le presentaba, acepta representarlo. El desinterés y frialdad inicial cambiarán tras conocer más a Sam. Esto lleva a una escena donde éste debía armar la presentación ante el Juez pero, frente a tanta frustración por los impedimentos de parte de la justicia, pierde el control de sus emociones y termina diciéndole a su defensora:

tú eres perfecta, la gente como tú no sabe lo que es que te hagan daño, porque la gente como tú no siente nada”.

Esta dificultad para “contener” lo que piensa y medir el probable impacto emocional en el otro, genera un cambio en su representante legal. Es en este punto que la misma queda dividida subjetivamente (entre la prestigiosa abogada que ofrece a los otros una imagen de poder y la esposa-madre frustrada) al ser criticada, mostrando su falta y lugar deseante, evidenciando su angustia y desamparo. A partir de aquí el lazo que los une será determinante para poder alcanzar la mejor “versión” de padre en Sam.

Lo que busco destacar es cómo el lugar del protagonista produce un efecto subjetivo en quien la defiende jurídicamente, ya que sus carencias simbólicas (para poder “leer” las emociones del otro) generaron una empatía con la abogada que los unió favorablemente a partir de ese evento. Si el director nos muestra una escena final donde Sam es el árbitro del partido de fútbol de su hija, con las personas que lo ayudaron a retomar la custodia en la tribuna, creo que es para mostrar cómo ese hombre pudo subsumirse a la Ley para poder establecer una mejor relación con su hija (pidiendo ayuda a la mujer que tuvo en custodia a Lucy, por ejemplo, para que pueda tener su hija la “contención” de una madre además). Entonces, también aquí vemos un personaje que construye vínculos con el otro y la realidad a partir de poner en juego sus recursos vinculares soportados en elementos simbólicos (haciendo Lazo con su hija sobre todo a partir de las canciones de la banda de Liverpool, la música en general –sostenido por su vecina y profesora de piano– y los números).

Si “En la concepción de Lacan, formaciones patológicas como las neurosis, las psicosis y las perversiones tienen la dignidad de posturas filosóficas fundamentales respecto de la realidad” [9], la “estructura” del Autismo podría permitirnos ubicar otra postura sobre tal posición, más arcaica, desde donde el Sujeto Autista debe forjar recursos para hacer Lazo con los otros.

Por último, tenemos un ejemplo cinematográfico muy interesante sobre la inserción socio-laboral de una persona con Autismo, que es la serie “The Good Doctor”, donde nos encontramos con un residente de Cirugía (que tiene además el “Síndrome del Sabio”). Shaun Murphy (Freddie Highmore) se dedicó a estudiar Medicina en forma minuciosa, con el potencial de poder recordar en imágenes de manera perfecta la constitución del cuerpo humano [10], lo que le facilita su desenvolvimiento a la hora de ejercer. Esta área temática le facilitó encontrar un mundo para poder protegerse de la angustia ante lo no calculado del Otro y el lenguaje.

Maleval lo trabaja sosteniendo que esta modalidad subjetiva se define principalmente por estar constituida por un borde autista, por medio del cual el sujeto se protege del Otro y de la angustia eminente que este le genera. Este borde o encapsulamiento autista está construido por tres elementos claves: el objeto autista, el doble y los islotes de competencias. Estos últimos están en estrecha relación con un Otro de “síntesis”, lo que hace referencia a cierto recorte que el sujeto hace del Otro del significante. La inmensidad del lenguaje resulta angustiante al autista y una de las formas que encuentra para defenderse de ella es construyendo un Otro de síntesis para luego hacerse competente, experto en él. Entonces, frente a la inseguridad que le genera el mundo simbólico, Shaun crea su propio mundo de síntesis y se preocupa solo de él, lo estudia minuciosamente, busca predecirlo, controlarlo. Aquí lo importantes es no tomar esto como intereses restringidos o conductas estereotipadas, sino como competencias y habilidades, que, en este caso, el doctor tomó para hacer Lazo con los otros (así como el Sam de “Atypical” lo tomó de la Antártida y los pingüinos). Será a medida que avanzan los capítulos y la menor resistencia a su ingreso como residente que podrá ubicarse como profesional consultado para proponer alternativas ante intervenciones críticas. Vemos que el sujeto Autista, en el mejor de los casos y según cómo se lo “acompañe”, puede pasar del “encapsulamiento” hacia el lazo social, en este caso con colegas y pacientes.

Abriendo la Serie [11] se nos muestra que salva la vida de un adolescente en el aeropuerto. Esto lo lleva a rememorar una escena de su infancia donde su padre mata a su conejo en un acto de ira debido a la frustración que le genera su bajo nivel de atención y “conexión” con el entorno. Luego de esta vivencia traumática, la historia nos muestra que el hermano lo lleva a vivir a un micro abandonado, debido a que era relegado y maltratado por sus padres. Es en este contexto que su hermano le regala una caja, de donde el futuro Doctor conservará el bisturí. Ese objeto será un elemento fundamental, ya que lo llevará siempre con él (hasta duerme con el mismo), especie de “amuleto” subjetivo para enfrentar la realidad.

Sabemos que el objeto autista es otro de los elementos que componen al borde, estos pueden diferenciarse en objetos autistas simples o complejos, donde estos últimos se diferencian de los primeros por su complejidad y su mayor capacidad para hacer Lazo Social, como sería el bisturí de Murphy. La función del objeto autista es, al igual que el doble, la de proteger al sujeto, pero además el autista busca a través de este objeto una animación libidinal de su ser. Mientras el objeto transicional de Winnicott funciona como sustituto del objeto primordial perdido, el objeto autista no suple, sino que funciona como protección ante la pérdida, negándola en parte.

Posteriormente, la ficción nos muestra una escena donde entran en un taller de coches abandonados a jugar y el hermano tiene un accidente fatal. Este segundo hecho traumático, junto con la muerte del conejo, lo “empujan” al protagonista a elegir la profesión de médico y luego especializarse en cirugía. El tutor que viene a reparar la función no ejercida por su progenitor será el Director del hospital, el Dr. Aaron Glassman (Richard Schiff), hombre que lo conoció a sus 14 años. Este Cirujano será quien lo ayude a construir distintas habilidades académicas, pero sobre todo sociales cuando se inserte en la residencia. El protagonista nos va mostrando su necesidad de “entender” el pensamiento y las conductas de los otros para poder obtener más autonomía y menos dependencia de Glassman (preguntando qué piensan, qué creen, que opciones tiene ante distintas situaciones, etc), llevándolo a evaluar distintas posibilidades ante los dilemas que se le presentan. Por otro lado, es muy interesante la función social que le ofrece la medicina, siendo notorio que cuando debe justificar ante el comité evaluador del hospital el motivo para ser admitido en el equipo de residentes de cirugía su discurso describe a dos referentes de su desarrollo que fueron fundamentales:

…El día que la lluvia olía a helado, mi conejo se fue al cielo delante de mis ojos. El día que los tubos de cobre del viejo edificio olían a comida quemada, mi hermano... se fue al cielo delante de mis ojos. No pude salvarlo... es triste. Ninguno tuvo la oportunidad de convertirse en adulto… Deberían haber tenido sus propios hijos, y amarlos. Y quiero hacer que eso sea posible para otras personas… y quiero ganar mucho dinero para comprarme un televisor…” . [12]

Frase tan sintética como elocuente, donde se denota la importancia de ubicar un lazo desde el lugar de “restaurar”, en cuanto curar o mejorar, al otro que está indefenso o desvalido. También la serie nos va mostrando cómo a medida que avanzan los episodios de la vida del residente protagonista, se pone en juego cada vez más la empatía, muchas veces negada como una de sus capacidades por su entorno laboral. También aquí, como con los otros personajes analizados, es de capital importancia el lugar que ocupan las personas de su entorno inmediato en su vida para desarrollar la “empatía” y construcción vincular, como ser en el caso de Shaun los vecinos y los compañeros de residencia que van “acercándose” a él de otra manera. Más adelante [13], encontramos que los compañeros residentes diseñan diferentes estrategias para atender a los pacientes en una emergencia, luego de un accidente automovilístico. Esto sucede en parte como propuesta creativa impulsada por Shaun, al tener la posibilidad de un pensamiento complejo y menos diques pulsionales para “retener” lo que piensa, logrando así introducir variables que no eran calculadas por sus jefes. Es en este capítulo donde debe atender a un paciente con autismo, con el cual se identifica en forma especular en un momento y en otro toma distancia de él. Aquí se evidencia un giro en su jefe de residentes, quien lo elige, ante la negativa de los padres del paciente, para que forme parte del equipo de médicos que debían operarlo. Esto se debe a sus propuestas y el lugar que logra ocupar entre sus colegas, mostrando otros recursos que puede aportar al grupo de pertenencia (sin conciencia de culpa o temor como sus compañeros por la relación que tienen con el Otro jefe de residentes Dr. Neil Melendez (Nicholas Gonzalez), personaje superyoico, severo y gozador al inicio, cambiando su trato con los otros a partir, sobre todo, de los señalamientos de Shaun, por ejemplo cuando le dice en el quirófano:

es muy arrogante, cree que eso lo hace mejor cirujano?…le hace daño como persona, merece la pena? [14]”).

Aquí encontramos uno de los momentos más notables: es una escena donde este Jefe le entrega el bisturí para operar, lo que le hace evocar el recuerdo del bisturí conservado desde su niñez. Punto que concentra gran parte de la historia de su vida, y dónde recuerda cómo su hermano, en acto de cariño, le acaricia el cabello, gesto que él luego se repetirá a sí mismo eventualmente. Podemos aventurar que ese bisturí representa “confianza” y “protección”, objeto que le permitirá sostenerse en el mundo y poder armar un Lazo con los otros. Cuando realiza la devolución de la operación a los padres del paciente, les dice que él no tuvo padres que lo quieran, lo que arrastra una forma de empatía diferente que se ve en sus colegas, quienes empiezan a involucrarse y poner sus sentimientos en juego y a contarse sus emociones entre ellos (en una especialidad de la medicina que se caracteriza por ser “fría” y calculadora, donde lo mejor es dejar de lado los sentimientos en juego).

Encontramos, entonces, un médico con Autismo que empieza a resquebrajar ese “desapego” en ese equipo de residentes. Desde la enseñanza de Lacan, sabemos que el Autismo posee un funcionamiento subjetivo donde se queda enganchado a ese Uno del goce de lalengua, de una lengua privada que no busca comunicar sino gozar. Así se explica la dificultad del Autista para abrirse al Otro y para salirse del Uno, es decir su debilidad para hacer lazo social. Encontramos en esta Serie como son los recursos que este personaje va desplegando en su “elucubración” del lenguaje los que le permiten hacer algo con su lalengua.

Para finalizar, quiero destacar que el objetivo de estas obras analizadas fue mostrar, por un lado, la construcción de recursos que presenta el Autista para hacer Lazo Social y, por otro, cómo esas habilidades pueden facilitar otra modalidad en los vínculos sociales instaurados en los grupos a los que pertenecen o intentan insertarse. Además, estos films permiten pensar, a partir de los afectos generalmente empáticos que causan en los receptores de la obra (ya que se los describe desde los obstáculos que tienen que atravesar desde lo familiar, social, amoroso, laboral, etc. para incorporarse en el mundo), el lugar que promueve el Autista en los otros a partir de su particular forma de Ser. En este punto me emparento con Cabrera, quien dice que “Tan sólo señalo los lugares en donde el film duele, en donde puede aprenderse alguna cosa padeciéndolo” [15]. De este modo, encontramos que las Películas y Series elegidas buscan la identificación del público con el protagonista, intentando generar “empatía” para entender lo que produce la segregación, expulsión y/o el rechazo de estas personas por la condición de ser Autista y la variabilidad de Lazos Sociales que tienen que construir para poder adaptarse a un mundo donde, por lo general, sienten al Otro como agresivo u hostil.

Películas

After Thomas: película dirigida por Simon Shore basada en un caso de Autismo severo y las repercusiones que tiene en su ámbito familiar (2006).

I am Sam (Yo soy Sam): es una película del 2001 que narra la historia de un hombre adulto con discapacidad mental y el desarrollo con su hija, dirigida por Jessie Nelson.

Temple Grandin: es una película biográfica del año 2010 dirigida por Mick Jackson y protagonizada por Claire Danes, quien interpreta a Temple Grandin, una mujer con Síndrome de Asperger que revolucionó las prácticas del manejo de animales en ranchos ganaderos y mataderos. Dirigida por Mick Jackson.

Series

Atypical (Atípico en español): es una serie televisiva del género novela de aprendizaje, creada y escrita por Robia Rashid para Netflix. Dirigida por Seth Gordon.

The Good Doctor: es una serie de televisión estadounidense de drama médico, dirigida por David Shore y Daniel Dae Kim, basado en la serie surcoreana de 2013 del mismo nombre.

Referencias

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Lacan, J. (1962-63): El Seminario. Libro 10: La Angustia. Buenos Aires: Paidós.

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Laso, E.; Michel Fariña, J. J. (2017). El seminario de la Ética a través del cine. Buenos Aires: Letra Viva.

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Žižek, S. (2016). Cómo leer a Lacan. Buenos Aires. Manantial.

Žižek, S. (2003). Todo lo que usted siempre quiso saber sobre Lacan y nunca se atrevió a preguntarle a Hitchcock. Buenos Aires: Manantial.

Yankelevich, H. (2019). Ensayos sobre Autismo y Psicosis. Ed. Cascada de letras. Bs As. 2019.

Zimmerman, D. (1993) Ficción y Fantasma, Buenos Aires: Vergara Ediciones.


[1Serie “Atypical”: final del capítulo 6 de temporada 3.

[2Serie “Atypical”: Temporada 1, capítulo 8.

[3Lacan, J. “Conferencia de Ginebra sobre el síntoma. Página 134.

[4Soler, C. “El inconsciente a cielo abierto en la Psicosis”. Página 85.

[5Iuale, L. “Detrás del espejo”. Página 72.

[6Serie “Atypical”: Temporada 1, capítulo 4.

[7Yankelevich, H. (2019). Ensayos sobre Autismo y Psicosis. Página 146.

[8Laso, E. “El ojo maravilloso. (Des) encuentros entre psicoanálisis y cine”. Página 9.

[9Žižek, S. “Como leer a Lacan”. Página 14.

[10Lo que muestra el parecido con el caso de Temple Grandin, donde el pensamiento en imágenes ocupa el primer plano: en la palabras de ella: “Pienso en imágenes. Las palabras son como un segundo idioma para mí”.

[11Serie “The Good Doctor”: Temporada 1, capítulo 1.

[12Serie “The Good Doctor: Temporada 1, capítulo 1.

[13The Good Doctor: Temporada 1 capitulo 6.

[14The Good Doctor: Temporada 1 capitulo 1.

[15Julio Cabrera “Cine: 100 años de Filosofía”. Página 10.



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